Ravasin, de 48 años, considera la grabación su "testamento de vida", aunque en Italia no existe una legislación al respecto.

Por ello, Ravasin espera que este gesto sirva de estímulo a los políticos italianos "para impulsar una ley que regule la libertad de aceptar o rechazar los cuidados médicos".

En el vídeo, el enfermo expresa su oposición a cualquier tipo de alimentación o hidratación artificial en el futuro y especifica que este rechazo "se tiene que considerar también en el caso de perdida de la capacidad de expresar su voluntad".

Asimismo, comunica su negativa a ser trasladado a cualquier tipo de centro médico.

Ravasin es presidente de la sección de Treviso (norte de Italia) de la Asociación Luca Coscioni, que promueve la libertad de la investigación científica y la eutanasia.

El vídeo, en el que Ravasin aparece postrado en una cama de su residencia, se puede ver en las páginas de dicha asociación y de la emisora Radio Radical.

El caso de Ravasin recuerda los continuos llamamientos a la eutanasia realizados por el italiano Piergiorgio Welby, de 60 años, enfermo de distrofia muscular, y que murió en 2006 cuando el anestesista Mario Riccio accedió a interrumpir la respiración artificial que le mantenía con vida.

La justicia consideró que no existían motivos para llevar a juicio a Riccio, pues Welby tenía todo el derecho a pedir la interrupción del tratamiento que le mantenía con vida y el médico tenía el deber de aceptar la decisión del paciente.

El debate sobre una posible legislación de la eutanasia y el testamento de vida se ha reabierto en las últimas semanas tras la autorización de un tribunal italiano a permitir que se dejase de alimentar e hidratar a Eluana Englaro, que llevaba 16 años en estado vegetativo.