C. V. / Agencias / Santiago

La música moderna en vivo experimentó el año pasado en Galicia, según la Sociedad General de Autores y Editores, un "espectacular ascenso". Los derechos de autor gestionados en 2007 por este concepto alcanzan un millón de euros, lo que representa, según Javier Vidal, director de SGAE Noroeste, un 31,3 por ciento más que en el año anterior. Según estos gestores, la cifra es "la más alta jamás alcanzada en este apartado en Galicia", incluso si se compara con la "generosa" actividad conciertística del Xacobeo 2004, que había alcanzado los 0,8 millones de euros.

La SGAE ofreció estos datos ayer en Santiago dentro de la presentación del balance de sus cuentas en la comunidad gallega¡, que se saldó con un crecimiento del 2% con respecto a 2006 y se situó en 19 millones de euros. Los ingresos de la SGAE en Galicia desde 2000 se incrementaron en un 36,8%. También ha subido el número de sus afiliados, de 2.445 socios en 2006 a 2.560 en 2007.

Según Javier Vidal, los datos demuestran que "no es la cultura lo que está en crisis, sino el modelo de negocio". Por su parte, el músico Teo Cardalda señaló que "se consume más música que nunca", aunque el gaiteiro José Angel Hevia alertó del "optimismo" y apeló a que frente a los "grandes nombres" hay que cuidar a los artistas que se encuentran en un nivel medio.

La música sinfónica, sin embargo, ingresó un 3,6% menos que en 2006 y los conciertos más vistos tuvieron lugar en A Coruña, que también aparece en la cabeza de la lista en lo referido a los eventos de pago con más espectadores en el ámbito de artes escénicas, cuya recaudación subió un 11,1%, liderada por espectáculos musicales. Los más vistos fueron "Cabaret" y "Fama", en A Coruña. No obstante, los que más derechos de autor generaron fueron "La Bohème" y la obra de teatro "Despedida y cierre", también en A Coruña. En cuarto lugar estaría "Grease", en el Centro Cultural Caixanova de Vigo.

Por lo que respecta a la música en vivo, el liderazgo en cuanto a recaudación de derechos de autor correspondió a Maná, seguido por Andrés Calamaro y Fito & Fitipaldis, y Joan Manuel Serrat y Sabina, todos ellos en Santiago.