La iglesia de Santiaguiño do Burgo se quedó pequeña ayer para acoger el funeral de su párroco, Luis Alcántara, más conocido entre los pontevedreses como "Don Luis".

Cientos de personas quisieron darle el último adiós en el acto religioso, aunque la dimensión del templo impidió que todas pudiesen acceder al interior, por lo que optaron por escuchar la misa desde fuera. El funeral fue oficiado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, acompañado por numerosos párrocos del Arciprestazgo de Lérez. A él acudieron numerosas personalidades de la vida social, empresarial y deportiva de Pontevedra.

Tras la misa, el cuerpo del párroco, uno de los más queridos del municipio, fue trasladado a la localidad coruñesa de Rixanxo, de la que era natural. Allí fue enterrado en el panteón familiar.

La muerte de Luis Alcántara provocó tanta sorpresa como pena entre numerosos pontevedreses. Aunque eran conocidos sus problemas de salud, debido a una insuficiencia respiratoria que le obligaba a acudir con frecuencia al hospital e incluso a quedar ingresado, su fallecimiento fue recibido con mucho dolor entre los fieles y sus amigos. No hay que olvidar que "Don Luis" era un sacerdote muy ligado a la vida pontevedresa, puesto que era el capellán del Pontevedra C.F., de la Sociedad Deportiva Teucro y del Club Cisne, así como de los Bomberos y de la Peña de la Boina. Fue uno de los fundadores de la Cofradía del Espíritu Santo y de la Asociación de Amigos del Camino Portugués a Santiago.

Asimismo, fue profesor de la asignatura de Religión en el Colegio Doroteas y en el IES Valle-Inclán. Todo ello lo mantuvo muy unido a la ciudadanía, que desde que conoció su fallecimiento mostró públicamente su pesar tanto en las conversaciones en la calle como en las mismas redes sociales.

El que era párroco de Santiago do Burgo desde hace más de dos décadas, había comenzado su labor religiosa a finales de los sesenta en Santa María la Mayor, como auxiliar. Fue cuando se construyó el templo de O Burgo que se puso al frente de esta parroquia, a la que ya atendía simultáneamente con la anterior, así como a la de Salcedo.

Durante su labor religiosa coincidió con otro de los sacerdotes más emblemáticos de Pontevedra, "Don Peregrino", al que hasta el día de su muerte recordó con cariño.

Este año cumplía sus bodas de oro con el sacerdocio. En una de sus últimas entrevistas a FARO con motivo de los primeros 20 años de la desvinculación de O Santiaguiño de Santa María, "Don Luis" reconocía que la relación con los fieles "debe basarse en la confianza". "La amistad y la relación cuando es buena, es buena para todo, para la sociedad, para la iglesia y para todo el mundo", consideraba.