En los planes de futuro de estas dos comunidades de montes, que están entre las más afectadas por los incendios de octubre, está la repoblación de sus terrenos. En el caso de Chaín, por ejemplo, el fuego arrasó 190 de las 196 hectáreas que poseen. Es decir, la práctica totalidad de sus montes. Por lo tanto, en su caso la recuperación del bosque de la zona parte casi de cero. José Manuel Cal explica que en su caso están ya elaborando un plan de ordenación forestal que definirá los usos del monte para más tarde iniciar las repoblaciones "dependiendo de las ayudas a las que se pueda acceder".

En el caso Paradela, la apuesta pasa por ir retirando eucalipto ("ya teníamos muy poco", matiza Luis Lameiro); así como aumentar la presencia de frondosas. En este sentido, valoran la posibilidad de introducir zonas con castaños tanto de fruto como para la producción de madera y tantean también la posibilidad de hacer una "plantación experimental de olivos".

Carballeira de San Vicente

En este sentido, el papel de las comunidades de montes no solo es importante a la hora de recuperar el monte en el apartado medioambiental y forestal; sino también etnográfico. En este sentido, la comunidad de Paradela está en contacto con el Concello para tratar de recuperar y crear un parque forestal en la carballeira de San Vicente, que discurre al lado del río que desemboca en el Verdugo.