El tercer viernes de cada marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, una oportunidad para reflexionar sobre uno de los lapsos más extensos de nuestra vida: le dedicamos de media unos 23 años, algo que para la ciencia es un bien clave para nuestra salud. Frente a los médicos, buena parte de la sociedad contemporánea demuestra con la práctica que le parece un despilfarro.

- ¿Vulneramos tanto los ritmos naturales de sueño en la sociedad contemporánea?

-Le voy a contestar a la gallega (sonríe), en la sociedad contemporánea depende según los países, en España en concreto sí sin duda, se vulneran mucho los ritmos. En otras sociedades el ritmo del sueño se lleva mucho mejor, pero con los japonés los españoles somos de los que peor dormimos en el mundo. Y dentro de España no es lo mismo el norte que el sur, porque somos un país de contrastes y los ritmos biológicos vienen mediados por la climatología, no es lo mismo Galicia que Andalucía.

- ¿Por qué dormimos?

-Es una pregunta que no tiene respuesta fácil, en realidad los seres vivos, todos porque todos duermen, hacen periodos de actividad y otros de no actividad del sistema nervioso central, que es cuando dormimos, pero aún dentro de esos periodos de inactividad hay momentos en los que el sueño está reposando y sirve para cargar baterías. Por ejemplo, y hago un inciso, el sueño REM que está muy presente en sueños recién nacidos, la mitad del tiempo que duermen están en sueño REM, se dice que tiene que ver con la maduración de los procesos inmunitarios, de modo que a medida que van madurando se necesita menos sueño REM.

- ¿Es cuando soñamos?

-Sí, es el sueño de los ensueños, dura un 25% del tiempo total de la noche, imprescindible para dormir, es el momento en que tenemos sueños más vívidos, cuando soñamos con imágenes. Y es también el momento en que tenemos pesadillas, muy influidos por el día anterior porque tenemos imágenes en relación con los eventos que experimentamos el día anterior. Y luego hay a mayores dos tipos de sueño que son el ligero y el profundo. Éste se llama así porque es el sueño en el que cuesta más trabajo despertar a una persona, es el que nos restaura realmente, el que nos permite descansar, cuando lo dormimos nos levantamos descansados, si no lo dormimos por la patología que sea nos levantaremos muy cansados, con la sensación de haber dormido poco.

- ¿Incluso si dormimos muchas horas?

-Sí, incluso habiendo dormido muchas horas si no dormimos ese sueño de ondas lentas eléctricas cerebrales, profundo, la sensación de no dormir sería la misma. Es otro 25% del sueño total y como el otro también es imprescindible. ¿Y el sueño ligero por qué se produce? Tengo una teoría y es que se llama así porque es fácil despertar a un individuo de él y seguramente no es el sueño de verdad, que sería el anterior, el lento profundo, sino que nos permitiría estar alerta ante cualquier amenaza externa durante la noche. Tenemos que recordar que para los seres primitivos la noche era el momento de máxima debilidad, de modo que ese sueño le permitiría responder ante cualquier amenaza. Y por todo ello me resulta difícil responderle a la pregunta de por qué dormimos, es complejo ¿Por qué hay sueño y vigilia? ¿Por qué los seres vivos mantienen momentos de actividad extrema y otros en los que la actividad disminuye? Es una pregunta muy interesante ¿Para restaurar las funciones biológicas? Probablemente, algunas de las cuales son las que comenté de la inmunidad, probablemente el sueño nos permita restaurar funciones biológicas.

- Cada poco se divulgan datos contradictorios ¿las siestas pueden afectar a la calidad del sueño o son naturales?

-La siesta es natural, y en esto volvemos al biorritmo, los seres humanos y los animales vivimos en función de ritmos, hay ritmos de corto periodo como el sueño, y otros de mayor periodo, como el menstrual que también es otro ritmo, el sueño es uno más y los que hacemos las cosas de acuerdo a los ritmos biológicos vamos de acuerdo a la biología y por tanto vamos mejor. Dentro del ritmo hay momentos en los que la presión del sueño aumenta, por ejemplo hacia la noche porque hemos estado en vigilia mucho tiempo y al empezar a anochecer tenemos una presión biológica de sueño importante, y al final de la noche esa presión disminuye y despertamos. Pero al final de la mañana, sobre las 12 del mediodía, vuelve a aumentar la presión de sueño, que sería lo que se llama la siesta de la cabra, antes de comer, pues de forma natural dormiríamos un poco, una cabezadita, luego nos despejaríamos, a mediodía comeríamos (en nuestra cultura, claro, porque en otras no es así) y más tarde por la tarde volveríamos a dormir y nos despertaríamos y hasta la noche. Eso sería lo natural.

- ¿Cuándo nos puede perjudicar la siesta?

-Sí nosotros dormimos más tiempo de siesta del que deberíamos, porque en ese caso ese tiempo de sueño de después de comer se restaría del tiempo de sueño durante la noche, por eso nos perjudicaría una siesta larga, pero una corta, de 20 minutos o media hora, incluso de 40 minutos, es muy buena, restaura y nos descansa.

- Recientemente un estudio de la Universidad de Oxford nos acusaba de una enorme arrogancia por haber reducido en los últimos 60 años entre 1 y 2 horas de sueño al día

-Es así, el hombre a finales del siglo XIX dormía casi dos horas más que en la actualidad, y es efectivamente muy arrogante. Cuando entrevisto a los pacientes cuento las horas (y no hablamos de la calidad del sueño, que ya comentamos antes y que es muy importante, no solo cuenta el número) y compruebo que dormimos muchas horas menos de las que deberíamos dormir. Por eso nuestra sociedad está crispada, no solo por estos políticos que nos crispan a todos (risas) sino que nosotros mismos nos crispamos. En España la cosa es todavía peor y podríamos estar durmiendo hasta una hora menos que en otros países de Europa. Además está el tema de los fines de semana que es catastrófico, se valora el tema del alcohol o las drogas pero no el sueño, y la población joven española por lo menos dos días de la semana en buena parte no duerme el número de horas suficiente ni con el ritmo biológico adecuado, eso costará 1 o 2 noches para recuperarlo, de modo que de una semana como mucho habrán dormido bien 3 o 4 días, es una catástrofe pero como nadie le hace caso al sueño pues así estamos: si me levanto bien conduciría mejor, cometeríamos menos errores.

- ¿Podemos poner en marcha estrategias para mejorar la calidad de nuestro sueño?

-Los ritmos biológicos humanos son suaves, lentos, no bruscos, por eso para dormir a un niño se le pone música suave, así que la primera estrategia es evitar los ruidos. También hay que evitar determinadas luces, como las de las tabletas, si antes de dormir me pongo a mirar una fuente de luz estoy impidiendo la salida de la melatonina, por tanto no voy a conciliar el sueño. Hay que llevar una vida organizada, evitar horarios intempestivos, acostarme y levantarme a la misma hora, procurar ir a la cama tiempo después de haber cenado, hacer un poco de ejercicio por la tarde, pero no por la noche. Y sería muy bueno dejar de trabajar a las 5 de la tarde; cuando unos grandes almacenes, y yo vivo cerca de uno de ellos, cierren a las 8 de la tarde y no a las 10 el sueño habrá prosperado. Otras estrategias son una cena ligera, no copiosa, no tomar excitantes ni estimulantes y no vivir con ansiedad.

- No vivir con ansiedad, no me lo pone fácil

-Sí (sonríe) no vivir con ansiedad, que ya es difícil, porque cuando entrevisto a una persona que tiene problemas de sueño generalmente estoy ante una persona ansiosa. Eso lo producen las circunstancias de nuestra vida de cada día, el entorno, los problemas laborales, sociales, familiares, pero debemos evitar cualquier situación que nos estrese, que sumada a las anteriores serían las cosas más perentorias a las que tendríamos que atender para dormir bien.