Los consultorios de Anafáns y Combarro presentan hasta 12 días de espera para acudir a algunas consultas con el médico de cabecera o pruebas analíticas. Así lo denunció ayer el BNG de Poio, que destacó que el hecho de que el Sergas no esté cubriendo las bajas o permisos hace que la calidad del servicio asistencial esté siendo muy perjudicada y que los profesionales estén soportando una sobrecarga importante de trabajo al tener que cubrir a sus compañeros y alargar su jornada laboral.

"Hay muchos pacientes que precisan un seguimiento personalizada y que ahora no pueden ser atendidos. Esto está ocasionando trastornos en su tratamiento. En muchos casos, se están viendo obligados a acudir directamente al Servicio de Urgencias", denunció el BNG municipal.

En este sentido, el partido nacionalista culpó directamente al PP: "La reforma de la Ley de Salud de Galicia del Partido Popular que quiere llevar adelante, en contra de una mayoría de ciudadanos que así lo manifestaron el pasado día 4 en Santiago, va a ahondar más en las carencias de la Atención Primaria, restándole recursos materias y humanos". De este modo, desde el BNG insisten que "el Partido Popular está empeñado en cambiar el actual modelo de sanidad pública gratuita y universal por un sistema privado".

Este sistema hace que se pierdan "recursos económicos públicos y sean transferidos al sistema privado a través de conciertos y desvíos del enfermo del sistema público". "La Reforma de la Ley de Salud que propone está pensada para dotar al Sergas de mecanismos legales que permitan vaciar el actual sistema público en beneficio de la sanidad privada", sentenció la agrupación.

En la misma línea, pero centrándose en el ámbito local, el BNG recordó que en Poio llevan "demasiado tiempo esperando por un Centro de Salud dotado de medios materias y humanos como correspondería para una población de más de 17.000 habitantes que en el período de verano se duplica". Sin embargo, destacaron que existe "falta de compromiso" del gobierno del Partido Popular, "especialmente con la Atención Primaria", lo que está "poniendo en peligro la asistencia sanitaria" en el municipio de Poio.

Urge agilidad

Por todo ello, el BNG urgió "agilizar los trámites" para la construcción del centro de salud "que se merece Poio" y también le pidió "compromiso para mantener las actuales infraestructuras sanitarias de Combarro y Raxó".

Cabe recordar que el pasado diciembre, el Sergas remitió al Concello de Poio el borrador del convenio para oficializar el nuevo centro de salud. Este documento incluía el cierre de los consultorios de las dos parroquias citadas, algo que el ejecutivo municipal no aceptó. Posteriormente, la decisión fue respaldada unánimemente por el pleno.

Actualmente, el Concello y el gerente del Área Sanitaria del CHOP tienen pendiente una nueva reunión para reformular el contenido del pacto.