Otro de los datos que alertan de la gravedad del problema es la proyección del número de nacimientos en la comarca. Según los cálculos del IGE este año están previstos unos 900 en la comarca de Pontevedra, mientras que en el 2030 se prevé que tan solo vengan al mundo 369 pontevedreses.

El principal problema de este descenso en el número de alumbramientos es la consiguiente pérdida de población, pero la causa del mismo hay que buscarla ya en el pasado y no en la actualidad y no se debe explicar en un descenso de la fecundidad, dado que ahora ya se mantiene en 1,1 hijos por mujer, una cifra similar a la que ya se espera para dentro de doce años, sino a una importante reducción del colectivo de mujeres en edad fértil, derivada de la disminución de la fecundidad que sí se dio en las últimas décadas del siglo XX.

Más inmigración

Desde el IGE se plantean una serie de escenarios alternativos que permitirían modificar ligeramente las cifras proyectadas presentando un escenario menos dramático, demográficamente hablando. Estos pasan por un incremento de la fecundidad, un escenario alto para las migraciones (en el que se aumenta un 10% la entrada de inmigrantes prevista para el periodo 2016/2030) y un "escenario bajo" para las migraciones, evitando en otro 10% las salidas previstas de capital humano en Galicia.

Y es que las previsiones actuales no son nada halagüeñas comprobando todas las proyecciones disponibles y que indican que, por ejemplo, el saldo vegetativo en los próximos doce años pasará de un balance negativo de 275 habitantes entre nacimientos y defunciones previsto actualmente se pase a un saldo negativo de 717 personas en el año 2030.