La cesión de los diez kilómetros de vía ferroviaria en desuso desde 2013 no pueden ser solicitados por los concellos para su conversión en "vía verde" porque existe sobre ellos una reserva para un posible tráfico de mercancías que bloquea cualquier posible desafectación por parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Así lo admitieron ayer fuentes oficiales del gobierno local de Pontevedra, que esgrimen una carta del Ministerio de Fomento, firmado por su anterior titular, Ana Pastor, donde se alerta de esa situación.

Mientras Adif sí desafectó unos 34 kilómetros en ocho municipios gallegos (los últimos, Redondela y Vigo), el tramo que discurre por Vilaboa y el Sur de Pontevedra sigue abandonado pero sin alternativa alguna. En todo caso, tampoco avanzan otros terrenos cedidos por Adif al Concello, como las pasarelas urbanas sobre el Eje Atlántico, en manos del gobierno local desde hace dos años pero aún sin acondicionar.

La "vía verde" entre Pontevedra y Arcade fue asumida hace unos meses por todos los grupos políticos del Parlamento gallego, que trasladó su decisión al Ministerio de Fomento, como también hizo el pleno municipal.

Vieja demanda

Esta iniciativa es ampliamente demandada por colectivos ciclistas y vecinales, así como por los ayuntamientos, al entender que los tramos abandonados entre Pontevedra y el río Verdugo son "perfectamente reconvertibles" en una senda verde en una actuación que además no requeriría de una importante inversión. El principal obstáculo a salvar es la desafección de los terrenos por parte de Adif que insiste en reservar ese tramo de vía para un posible uso ferroviario en el transporte de mercancías.

Frente a eso se esgrime el impulso de una movilidad sostenible animando al uso de la bicicleta o el recorrido a pie en estas zonas y también como reclamo turístico debido a los atractivos que compartiría esta senda verde como el Camino Portugués, la Vía Romana XIX, el ENIL del Gafos o las Salinas de Ulló, entre otros.