El Concello de Pontevedra acometerá en los próximos días la reparación que le corresponde en el alumbrado del puente de A Barca. Después de varias semanas de discrepancias con la Xunta sobre qué administración debía ejecutar esos trabajos en un vial autonómico, el gobierno local asumió la labor y la Consellería de Infraestruturas acaba de autorizar al Ayuntamiento a reponer una docena de puntos de luz y reparar alrededor de treinta paneles deteriorados, con un presupuesto de unos 3.500 euros.

La autorización autonómica, otorgada tres días después de ser solicitada por el Concello, establece que las obras se centrarán en la iluminación instalada en la marquesina del puente, que la Xunta tiene previsto rehabilitar dentro de un proyecto de mejora global del viaducto.

La actuación municipal en Pontevedra permitirá completar así una reparación del alumbrado que estaba muy deteriorado desde hace meses y que inició Poio hace unos días con obras en su parte del puente. Poco después de que ese municipio asumiera esa labor, el de Pontevedra también acabó cediendo.

Los dos ayuntamientos decidieron actuar en A Barca tras las numerosas quejas por la falta de luz por parte de los vecinos, que ya venían protestando por el estado del puente, al que faltan varias planchas de su cubierta, que salieron volando con los temporales de 2017. La continuidad de la situación y la falta de un anuncio concreto por parte de la Xunta de la fecha en la que se llevarán a cabo los trabajos de rehabilitación del puente provocó cierta tensión entre administraciones, ya que mientras la Consellería sostiene que la iluminación es cosa de los ayuntamientos, estos le recuerdan que esta infraestructura es de titularidad autonómica.