La moción del PP en la que se pedía un vial "libre de lombos" para el acceso a Montecelo y la ciudad infantil Príncipe Felipe, desde la PO-542 en el lugar de O Marco, fue rechazada en el último pleno municipal, por los votos en contra del BNG y la abstención de Marea. Aunque el PP logró el apoyo de PSOE y C´s, el BNG pudo salvar una nueva "pinza" sobre este asunto.

La moción instaba al gobierno local a dirigirse al de la Diputación de Pontevedra para que excluya los reductores de velocidad de este trazado. Un proyecto que, como recordó el concejal nacionalista y vicepresidente provincial, César Mosquera, ya está aprobado y en marcha, por lo que la propuesta popular se presentó fuera de plazo. En todo caso Mosquera recordó que el primer diseño de este vial, impulsado por el anterior presidente provincial, Rafael Louzán, ya incluía seis "lombos" y "entonces el PP no tenía ningún problema, lo tiene ahora", criticó el nacionalista, quien calificó de "cantamañanada soberana" la propuesta de "aprobar otra cosa" en el pleno municipal, cuando "hoy mismo (por el pasado viernes) la obra fue a la mesa de contratación" de la Diputación, indicó Mosquera.

Defendió la moción, por el Partido Popular, el concejal José Luis Martín, basándose en las recomendaciones de los profesionales sanitarios, médicos y personal de ambulancias. Un argumento que César Mosquera comparó con que los técnicos de carreteras opinen sobre cómo se debe operar a un paciente.

Por el grupo socialista, Iván Puentes recordó que su formación presentó en su día una propuesta de vías sanitarias libres de "lombos", con otro tipo de elementos de calmado del tráfico, como rotondas -apuntó Puentes- que también obligan a reducir la velocidad.

El nacionalista César Mosquera hizo una defensa de este sistema de seguridad vial, que en otros municipios de la provincia "gobernados por el Partido Popular y el PSOE" se demanda, mientras que en Pontevedra ambos grupos los rechazan.

La implantación de estos pasos elevados en las vías "es inevitable" dijo Mosquera, quien puso como ejemplo la ciudad de Nueva York, antes "paraíso del tráfico" y en la que ahora se instalan "mil lombos al año" para garantizar la seguridad de los peatones, explicó.