Tristemente, la colonia gallega en México vuelve a teñirse de luto por una muerte violenta. El protagonista del luctuoso suceso es un empresario cuya familia reside en Poio y regenta negocios en Pontevedra. Con raíces en la localidad forcaricense de Soutelo de Montes, Manuel Teixeira Montes falleció tiroteado en México. Este empresario residía en el estado mexicano de Guadalajara y fue hallado muerto por un disparo en su vehículo en los últimos días. Sus allegados le estaban buscando porque ya llevaba bastantes horas desaparecido, sin que pudiesen contactar con él.

Nacido en Garcián, en el municipio ourensano de Beariz, en el seno de una familia muy humilde, Manuel Teixeira Guerra emigró a México hace varias décadas de la mano de varios oriundos del país americano con raíces en ese ayuntamiento. Muy trabajador, en el país azteca había conseguido labrarse un próspero futuro empresarial.

Estaba casado con una soutelana ahora residente en Poio, en un chalé en Anafáns, y muy implicada en causas benéficas y en la vida parroquial de la ciudad de Pontevedra,. El matrimonio tuvo cuatro hijos. Trabajando duro e invirtiendo el fruto de su trabajo, Manuel Teixeira se había convertido en un próspero empresario del sector de la hostelería en México y también en Pontevedra, donde su familia regenta la céntrica cafetería-librería San Francisco, radicada en plena plaza de A Ferrería. Este emblemático establecimiento hostelero permanece cerrado al público desde la jornada del miércoles con un cartel que simplemente aduce motivos personales. Es una de las propiedades de la familia del fallecido -caracterizada por su gran discreción- que también posee una casa en pleno centro urbano de Soutelo de Montes, enfrente del Parque Venezuela, y un chalé en Poio.

El asesinato de Manuel Teixeira -una luctuosa noticia que comenzó a extenderse como un reguero de pólvora ya el miércoles entre quienes le conocieron y tratan habitualmente con su familia- ha causado profunda consternación en Beariz, Soutelo de Montes y muy especialmente en Pontevedra, donde su viuda es muy querida por su condición de destacada colaboradora de la actividad pastoral y catequética de la parroquia de San Bartolomé, además de llevar años implicada en iniciativas de corte solidario y benéfico como delegada de Manos Unidas.

Ella y parte de la familia viajaron a Jalisco tras conocer el asesinato de Manuel Teixeira Guerra. En el país azteca ya estaba viviendo, al igual que su padre, el único hijo varón de la familia que, si bien regresó hace años a Galicia junto a su madre y a sus hermanas mientras que su padre seguía al cuidado de sus negocios en México, posteriormente habría vuelto a cruzar el charco para afincarse otra vez donde la familia posee negocios de hostelería, mobiliario y gasolineras.