El gobierno local del BNG aprobó el presupuesto municipal para 2018 -este año con comodidad-, gracias a las abstenciones, anunciadas de antemano, de PSdeG-PSOE y Marea. En el pleno municipal celebrado ayer el PP presentó una enmienda a la totalidad de las cuentas, que fue rechazada por los restantes grupos, mientras que Ciudadanos (C's) anunció un "no con mayúsculas" al documento, planteando también una enmienda simple que tampoco respaldó ningún otro grupo.

El presupuesto, de 75.180.000 euros, fue defendido por el concejal de Economía, Raimundo González Carballo, como "ampliamente participado, que apuesta por la dinamización económica y busca un reequilibrio territorial entre la ciudad y las parroquias, además de sumarse a las políticas contra el cambio climático.

Unas cuentas que para el portavoz popular, Jacobo Moreira, olvidan un año más a barrios y calles como Mollabao, Lepanto, Campo da Torre, Campolongo Sur, Loureiro Crespo, Fernando Olmedo, A Seca o Camiño de Ferro, para los que se han anunciado inversiones que no tienen reflejo en los presupuestos, así como para planes como el de fomento de la bicicleta, que según el PP también se queda fuera de las cuentas.

"Les define"

"Hay 900.000 euros para composteros y 250.000 euros para alcantarillado; esto les define como gobierno", resumió el portavoz popular.

Por su parte, PSOE y Marea decidieron abstenerse para posibilitar la aprobación del presupuesto, agradeciendo que el gobierno local incluyese algunas de sus propuestas en el documento, no sin dejar de criticar algunos aspectos de las cuentas, que para el portavoz socialista Agustín Fernández son, en líneas generales "de centro derecha" y que para el portavoz de Marea, Luis Rei, son al menos mejores que los de 2017 y los de 2016, gracias a las aportaciones en materia social realizadas por esta agrupación a la hora de negociar el documento.

María Rey, única edila de C's, manifestó un rotundo "no" a estas cuentas, que calificó de "viejunas" y de las que lamentó que "tienen tantas luces como el árbol de navidad de A Ferrería", que para la concejala es un símbolo de la iniciativa política del gobierno local.

En sus críticas al documento elaborado por el gobierno de Fernández Lores, el socialista Agustín Fernández lamentó que mantenga un contrato del agua por más de 6 millones de euros a una empresa privada, manteniendo una decisión tomada por un gobierno del PP "hace más de veinte años". También criticó el "excesivo gusto por la propaganda" del gobierno de Lores, el nombramiento de directores xerais en el Concello, el "desliz a la beneficencia que tiene la política social municipal, o que se mantengan las diferencias entre el centro urbano y el rural, a pesar de que el gobierno local presente otra cosa. Fernández agradeció al BNG que esta vez "tuviesen la flexibilidad suficiente para asumir algunas propuestas".

El edil de Economía, Raimundo González, elogió también la "actitud positiva" mostrada por PSOE y Marea al colaborar para que "Pontevedra tenga un presupuesto" para 2018 y lamentó que PP y C's no hiciesen aportación alguna, o que en el caso de la representante de Ciudadanos ni siquiera acudiese a las reuniones. "No me senté a hablar con ustedes porque la involución no se negocia", respondió María Rey.