Un "vacío legal", una especie de agujero negro en la legislación, permitió que el buque "Kristin C" pudiera haber abandonado el puerto de Marín el pasado miércoles sin ningún tipo de impedimento por parte de las autoridades y, es más, con el permiso explícito de la Capitanía Marítima, a pesar de llevar a bordo a dos solicitantes de asilo político en España cuya petición todavía no había sido resuelta. Así lo ha reconocido ayer el abogado que prestó asesoramiento a uno de los dos polizones de origen árabe (ellos manifestaban haber nacido en Palestina y en Siria). Gregorio Cantón explicaba ayer tarde que no existía "ningún tipo de impedimento de tipo legal" para que el barco pudiera dejar el puerto de Marín como tenía previsto y poner rumbo a Polonia con la carga de pasta de papel que transporta en sus bodegas.

Lo mismo señalaban ayer desde la Subdelegación del Gobierno, que confirmó que Capitanía Marítima consultó con ellos si daba permiso o no al buque para dejar el puerto de Marín. La respuesta de la Subdelegación fue afirmativa, al comprobar que no existía ningún requerimiento ni orden para retenerlo. Añaden que la labor de la Subdelegación se limitaba a decidir si el buque podía salir de Marín o no, y se ciñeron a esa cuestión. Aclaran que la tramitación de la solicitud de asilo y el seguimiento de la situación de los dos peticionarios corresponde ahora, en todo caso, al Ministerio del Interior en Madrid.

El abogado de uno de los dos solicitantes de asilo reconoce que esto es así debido a esta laguna en la legislación. Más allá de una posible sanción administrativa en que pudiera incurrir el buque en materia de extranjería, lo cierto es que la orden transmitida por los agentes de la Policía Nacional a los responsables del barco indicándoles que debían permanecer en puerto hasta que se solventase la solicitud de asilo de los dos polizones (que tarda un máximo de cuatro días) no tiene mayor valor que el de una mera "comunicación verbal" .

Futuro incierto

Así las cosas, casi nadie puede predecir ahora con fiabilidad cuál va a ser el futuro de estos dos jóvenes que, supuestamente, permanecen a bordo del "Kristin C" mientras el barco ya navega por el corredor de Fisterra en dirección hacia el norte de Europa. En cuanto a su solicitud de asilo, la tramitación seguirá su curso ahora por parte de la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior que resolverá en un plazo máximo de cuatro días desde el martes. No obstante, la decisión no podrá ser notificada en persona a los dos interesados, como exige la ley, al no poder ser localizados por razones obvias. Según su abogado, esto podría derivar automáticamente en la admisión a trámite de su petición de asilo por silencio administrativo y debido a esta anomalía en la tramitación del expediente.

La admisión a trámite de la solicitud supondría, asimismo, la obtención de la tarjeta roja que le otorgaría la posibilidad de mantenerse en suelo español hasta que se resolviera el expediente. ¿Qué podría ocurrir después? Gregorio Cantón señala que una posibilidad es que ante la admisión a trámite de su solicitud de asilo en España, las autoridades polacas devolviesen a estas dos personas a nuestro país al comprobar que tienen en curso este expediente para adquirir el estatus de refugiado.

Otra de las incógnitas se refiere a quién va a hacer seguimiento de la llegada de estos dos jóvenes a Polonia. Fuentes de la Subdelegación insisten en que todo el proceso relacionado con la solicitud de asilo corresponde al Ministerio del Interior en Madrid y suponen que comprobar que estas dos personas llegan a bordo de este mercante a Polonia y que lo hacen en buenas condiciones de salud le correspondería también al Ministerio. Lo mismo supone el letrado de uno de ellos, que cree que la administración española deberá activar los mecanismos de colaboración entre países de la Unión Europea para certificarlo. En cualquier caso, parece que sí hay constancia oficial de que ambos jóvenes embarcaron en el buque hacia Polonia y que no quedaron en territorio español.

Situación compleja y nueva

En lo que sí coincidieron todas las fuentes consultadas es en la complejidad de la situación por dos razones. La primera por el vacío legal que apuntaba el letrado, pero también por ser muy novedosa. De hecho, al parecer, se trata de una situación que no se ha dado muchas veces antes en España, y cuando menos en Pontevedra, según comunicaron al letrado.

Los dos solicitantes de asilo se subieron de forma clandestina al buque "Kristin C" en Casablanca, Marruecos, y fueron descubiertos durante la travesía del buque hacia Marín. A su llegada, los responsables del barco pusieron los hechos en conocimiento de la Policía Nacional y los dos polizones ya manifestaron en ese momento su intención de solicitar asilo político en nuestro país. Afirmaban que eran originarios de Siria y Palestina y aseguraban que si regresaban a sus territorios de origen podrían correr peligro debido a las situaciones de conflicto que se vive en estos territorios.