Dos jóvenes árabes que llegaron como polizones en un buque mercante al puerto de Marín formalizaron ayer su petición de asilo político en España a través de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional de Pontevedra, según confirmaron fuentes de la Comisaría Provincial. Ahora, la solicitud será remitida a la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior,en Madrid, que tiene cuatro días de plazo para resolver la petición.

Mientras tanto, como víctima colateral de este asunto, el buque mercante "Kristin C" en el que viajaban como polizones estos dos jóvenes, y que tenía que permanecer atracado, optó en la tarde de ayer por marcharse antes de que la Oficina de Asilo y Refugio resolviera la solicitud de asilo, lo que le podría suponer la denuncia por una infracción grave a la Ley de Extranjería.

Fuentes de la Autoridad Portuaria confirmaban ayer que los planes inicialmente previstos fijaban la marcha del mercante hacia Polonia en la tarde de ayer, después de haber completado la carga de pasta de papel procedente de la factoría de Ence en Lourizán.

Los dos solicitantes de asilo habrían embarcado en el mercante en el puerto de Casablanca, en Marruecos y fueron descubiertos por la tripulación del "Kristin C" durante la travesía hacia Marín. Los responsables del barco dieron aviso a la Policía Nacional de la situación y nada más tocar tierra en la jornada del martes los dos polizones manifestaron su deseo de presentar una solicitud de asilo político. Uno de ellos asegura ser ciudadano sirio mientras que el segundo afirma ser palestino. Piden asilo en España amparándose en la situación de conflicto que se vive en ambos países. Los dos viajan indocumentados, por lo que no disponen de ninguna prueba que acredite su origen, algo en lo que también están trabajando los agentes de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional.

Asistencia letrada

Estas dos personas recibieron ayer asistencia letrada en el barco, así como también se entrevistaron con los agentes de la Brigada de Extranjería. Uno de los abogados que asesora a estas dos personas es Gregorio Cantón, quien ya había tramitado las solicitudes de los siete ciudadanos sirios que arribaron a Marín en noviembre del pasado año y a los que se les aprobó inicialmente su solicitud. Cantón explicaba ayer que ambos jóvenes (los dos rondan la treintena) se expresan en árabe (uno de ellos también sabe algunas palabras en italiano) por lo que contaron con la asistencia de un intérprete. "Según nos explicaron, el trato que les están dando en el barco es bueno", señala el abogado. Estas dos personas permanecen alojados en una sala de espera habilitada para la tripulación mientras aguardan a que se resuelva su futuro.

Proceso en fase inicial

El letrado añadió que, una vez cursada la solicitud de asilo, el Ministerio del Interior deberá estudiar las circunstancias de cada caso. En la visita realizada ayer al barco por los agentes de la Policía Nacional, se les solicitó información a estas dos personas que pudiera confirmar que son originarios de Siria y Palestina y también se les pidió que explicasen las causas por las que consideran que estarían en peligro si regresan a sus países de origen. A raíz de toda esta documentación remitida por la Policía Nacional, el Ministerio deberá emitir una resolución de aprobación o denegación de esta petición de asilo que deberá tener respuesta en el plazo máximo de cuatro días ya indicado. Si la respuesta es positiva, los solicitantes de asilo podrían obtener la "tarjeta roja", una autorización provisional para moverse libremente por territorio español mientras se sigue tramitando el expediente para obtener el estatuto pleno de refugiado.

En el caso de que la solicitud sea rechazada, los letrados todavía podrán recurrir esta decisión, algo que ya manifestaron que harán en el caso de que la decisión de Interior no sea favorable.

Tanto en caso de que se apruebe su solicitud de asilo como si no, los dos polizones se bajarán en Marín una vez que avancen los trámites administrativos. En el caso de que obtuviesen la denominada "tarjeta verde", ambos tendrían libertad de movimientos por territorio nacional pero lo normal es que se pongan a disposición de una ONG de ayuda al refugiado, como ya ocurrió con los siete ciudadanos sirios que llegaron a Marín el pasado año y que recibieron asistencia de la asociación Accem.