De nuevo un camión ha provocado el colapso del vial autonómico PO-225 que conecta la carretera Nacional 550 entre Pontevedra y Caldas de Reis con la PO-531 entre la ciudad del Lérez y Vilagarcía de Arousa. Ocurrió en torno a las 8.20 horas de la mañana y en esta ocasión el trailer no llegó a quedar encastrado en el puente por falta de altura. El conductor del camión, que circulaba cargado de hierro, se dio cuenta unos metros antes de entrar en el viaducto de que no tenía suficiente gálibo por lo que frenó la marcha y no llegó a colisionar.

No obstante, el problema llegó cuando el transportista quiso dar la vuelta al vehículo de gran tonelaje para desandar el camino andado hasta el puente y regresar a la carretera Nacional 550, desde donde había llegado al viaducto en dirección hacia la carretera de Vilagarcía. Mientras realizaba la maniobras para dar la vuelta, el conductor acabó introduciendo una rueda en una tajea de tal forma que el camión quedó atrapado.

A partir de ahí se produjo un colapso de tráfico en el vial de tal forma que la Guardia Civil de Tráfico decidió cortar la circulación en ambos sentidos en esta carretera autonómica a la espera de que se solventase el incidente. Debido a que se trataba de un camión de gran tamaño, hubo que esperar a la llegada de una grúa de gran tonelaje para que fuera posible liberar el trailer y que este pudiera continuar su marcha. Hasta las 11.45 horas, aproximadamente, el vial no quedó liberado y recuperó la normalidad, es decir, más de tres horas después de que se produjese el incidente.

Es el enésimo camión que provoca complicaciones en el tráfico en este viaducto. En las inmediaciones del puente la Xunta incluso había instalado avisadores sonoros para que los camiones pudieran estar suficientemente advertidos del escaso gálibo del puente, además de las señales ya instaladas al inicio y al final de la vía. No obstante, estas señales acústicas formadas por cadenas están bastante deterioradas y malamente cumplen con su función. Ayer, la asociación de vecinos O Chedeiro de Cerponzóns, volvía a hacer hincapié en las dificultades en el tráfico que causan habitualmente los camiones que quedan atrapados en este puente. El de ayer fue solo un incidente más de los muchos que tienen que padecer los conductores que utilizan habitualmente este vial, por lo que ayer denunciaron públicamente esta situación y piden que se adopten medidas.

Ni siquiera la ampliación del gálibo del puente con motivo de la construcción de las obras de la línea de Alta Velocidad evitó que los camiones sigan creando problemas de forma reiterada en este viaducto. Entonces la altura máxima permitida para pasar por este viaducto pasó a ser de 3,4 metros, pero todavía son muchos los camiones que siguen sin respetar la señal de gálibo.