Una operación conjunta de la Guardia Civil y de la Cofradía de pescadores de San Telmo ha logrado sorprender "in fraganti" a tres furtivos que habían extraído de forma irregular cerca de 40 kilos de almeja de la ría de Pontevedra.

Según ha informado el instituto armado, los hechos sucedieron en la madrugada del lunes en la playa de Combarro, en Poio.

Una patrulla de la Guardia Civil se topó, en torno a las dos de la madrugada, con tres jóvenes que salían de la playa con la ropa y el calzado mojados.

Con el apoyo de los vigilantes de la cofradía, los agentes hicieron una batida por la playa y localizaron tres sacos llenos de almejas, que estaban escondidos entre las rocas y tapados con algas. En total, eran 37 kilos de almeja de variedad japónica.

Tamaño mínimo

Al menos cuatro de los kilos de almejas sustraídos no alcanzaban la medida mínima reglamentaria para su comercialización, por lo que fueron devueltos al mar.

Las tres personas identificadas ya tenían antecedentes por marisqueo furtivo. Además, son vecinos de Poio y fueron denunciados por haber cometido una infracción administrativa. La sanción, que probablemente sea económica, será impuesta por el organismo competente en estos casos de la Xunta de Galicia.