El bombeo de agua del río Lérez (o del embalse del Pontillón, cuando es necesario recurrir a sus reservas) suma cada año algo más de siete millones de metros cúbicos. Esa cantidad es la que oficialmente registra la empresa concesionaria en su último balance anual y que figura en la documentación del concurso convocado por el concello para realizar una nueva adjudicación del servicio.
De los 7.044.225 metros cúbicos que se registran al año, algo menos de 2,9 corresponden al abastecimiento doméstico, a los hogares de la cuidad. Actualmente son 32.311 los abonados de este modalidad y cada uno de ellos consume una media de 241 litros diarios. En total, son 7,8 millones de litros cada día los que se envían a los domicilios de la ciudad. En cambio, la facturación final es bastante mayor -un millón de litros más- debido a la norma de aplicar a cada abonado un consumo mínimo de 15 metros cúbicos al bimestre, los use o no. Este sistema se quiere eliminar con el nuevo contrato, para cobrar lo que realmente se gasta.
Esta nivel de suministro doméstico supone el 40% de toda la agua que se extrae del río Lérez y se sitúa en segundo lugar por bloques de grandes consumidores. Los demás municipios de la ría (Marín, Poio, Sanxenxo, Bueu y Ponte Caldelas, para el polígono empresarial de A Reigosa) captan cada año unos 3,2 millones de metros cúbicos (el 45%) del total. Directamente para los concellos son 2,6 millones de metros cúbicos (lo que significa una media diaria de casi siete millones de litros), mientras que A Reigosa y el Puerto de Marín reciben otros 548.000 metros cúbicos anuales, es decir, 1,5 millones de litros cada jornada. En este caso se trata de diez contratos, si bien hay casos, como Sanxenxo o Bueu, sin convenio sobre el precio del agua.
Por detrás de estos dos grandes bloques, el abastecimiento es mucho menor. De hecho, el consumo industrial apenas llega al 11% del total, con 95.000 metros cúbicos al año en O Campiño y 673.000 más para el resto de abonados de este sector en el municipio. En ambos casos se trata de unos 3.080 abonados, medio centenar de ellos en el polígono industrial pontevedrés.
Por su parte, los contratos de obra, alrededor de trescientos, suponen cada año un consumo de 119.000 metros cúbicos, mientras que los servicios estrictamente municipales suman otros 221.000 metros.
