Policía Nacional y Guardia Civil de Pontevedra redoblan estos días sus esfuerzos para tratar de identificar a los autores de la oleada de robos que está causando una importante alarma social especialmente en el rural pontevedrés. Y es que el extrarradio de la ciudad del Lérez y la zona de Poio parece se han convertido en el campo de operaciones preferido para los ladrones, puesto que además todo hace indicar que se trata de un mismo grupo o banda la que está detrás de los robos tanto en Poio como en la ciudad del Lérez. Las similitudes que presentan estos asaltos así lo hacen indicar.

Los tres últimos se han producido el pasado jueves en las parroquias de Bora y en el municipio de Poio. En la parroquia pontevedresa los robos afectaron a dos viviendas en el lugar de O Quinteiro, dos casas apenas separadas por unos metros y cuyos moradores son, además, familia.

De nuevo, como ya ocurrió en asaltos anteriores, los ladrones parecían estar controlando los movimientos de los habitantes de la casa y actuaron justo al anochecer. Esperaron a que los inquilinos abandonasen el inmueble para entrar y desvalijar la casa en un abrir y cerrar de ojos. De hecho, la propietaria del inmueble relató a FARO como salió de la vivienda poco después de las siete para ir a misa y cuando regresó, apenas 40 minutos después, se encontró tanto la planta baja de la vivienda como el primer piso totalmente revuelto de arriba a bajo. En ese mismo periodo de tiempo, estos ágiles ladrones también fueron capaces de desvalijar la casa del cuñado de esta mujer, situada a apenas unos metros de distancia. El botín obtenido otra vez el mismo, dinero y joyas. Fuentes policiales confirman que en la mayoría de los asaltos se repite este patrón, actúan a media tarde, una vez que ya ha anochecido, y los ladrones esperan a que la vivienda quede vacía para penetrar en su interior forzando alguna puerta o ventana apoderándose tan solo de joyas y dinero.

"Saben lo que buscan", decía ayer una de las víctimas de estos robos en O Quinteiro, "pudieron llevarse las tablets o una televisión que tengo totalmente envuelta en una casa pero no lo hicieron, incluso tampoco se llevaron las joyas de imitación, solo las de oro" , indicaba ayer.

Esta mujer insistía a las puertas de su casa en que lo peor no es el daño económico que han sufrido, sino "sentir que te estuvieron vigilando", explica todavía con el susto en el cuerpo. Dice también sentirse afortunada por no haberlos descubierto cuando regresaba de la Iglesia puesto que teme que "pudieron haberme hecho cualquier cosa". La Guardia Civil confirmó también una denuncia por un nuevo robo en un domicilio de Poio en el que los asaltantes se llevaron joyas y dinero. Ambos cuerpos están convencidos de que se trata del mismo grupo y desde la Comisaría explican que se están dedicando numerosos medios de las distintas unidades de la Policía Nacional (tanto Policía Científica como Policía Judicial o Seguridad Ciudadana, entre otras) para intentar identificar a estos delincuentes. Insisten en que cualquier dato sobre la presencia de personas o vehículos sospechosos en el rural puede ser fundamental.

En estas dos semanas se contabilizan cerca de una quincena de robos en Pontevedra y su área de influencia.