La estrategia autorizada ayer por el Consello de la Xunta recoge actuaciones sobre todo en materia de señalización, la ejecución de rotondas o la eliminación de obstáculos peligrosos. Destacan las dirigidas a la travesías con el objetivo de lograr una reducción de la velocidad de los vehículos al paso por la población.

Otra acción básica será la reordenación de accesos, mediante la revisión de los movimientos de giro donde no sean seguros y habilitando alternativas de cambio de sentido para mantener la funcionalidad, según explica la Xunta.

En esta línea, también se reformarán y remodelarán las intersecciones "con el fin de hacerlas más perceptibles para todos los tráficos mediante un diseño adecuado"

La construcción de rotondas también se considera una "opción eficaz en aquellas intersecciones en que las vías que confluyen en ellas tienen tráficos parecidos y en las que se comprobó la ineficacia de otras soluciones. Son adecuadas en zonas urbanas o periurbanas, dado que obligan a los vehículos que circulan por la vía principal a reducir la velocidad e incluso a detenerse".

Ordenar la circulación

El plan también incide en la mejora de la señalización horizontal y vertical, captafaros y balizamiento. La Consellería de Infraestruturas insiste en que "se trata de una medida necesaria para la ordenación del tráfico y se emplea cuando la señalización existente, a pesar de cumplir con la normativa vigente, se revela insuficiente".

Otra opción es el tratamiento de márgenes y barreras de seguridad, de modo que se supriman siempre que sea posible los obstáculos peligrosos. De no poderse eliminar, se acudiría a la instalación de una protección mediante barreras de seguridad.

La Xunta añade a este plan específico contra los "puntos negros", otros programas ya en marcha como el Plan de refuerzos de firme y el Plan de sendas de Galicia.