La situación en el área sanitaria se ha vuelto insostenible en la última semana. El retraso en la apertura de todas las unidades al completo del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, ha llevado a los trabajadores del mismo a solicitar a todos los grupos políticos del Concello de Pontevedra y el Parlamento de Galicia el apoyo necesario para forzar a la gerencia a que ponga fin al cierre de camas.

Como una "grave situación" califican los trabajadores de la sanidad pública en Pontevedra la que se está dando en los hospitales de la ciudad. El servicio de Urgencias de Montecelo vivía ayer y anteayer dos nuevas jornadas de caos con pasillos abarrotados, salas de espera en las que no cabía un alfiler y pacientes pendientes tanto de atención como de ingreso. "Urgencias volvió a sufrir una situación de colapso y en el turno de noche, a las 22 horas, había pendientes de ver 17 pacientes y 7 más ya ingresados a esa hora a la espera en pasillos de una cama. Nos consta que día a día el número de pacientes que acuden a este servicio es mayor y el número de ingresos también aumenta", denuncian desde la agrupación Prosagal.

Sin ir más lejos, ayer solo por el turno de tarde de Urgencias habían pasado más de 90 pacientes. "Da verdadera pena ver a la gente en camillas", aseguran los profesionales. "El problema es que tenemos una población envejecida que demanda sanidad. Tenemos que tener un sistema sanitario fuerte, con menos cargos y más trabajadores", reclaman.

A ello hay que sumar que, debido al colapso, muchos pacientes son enviados a casa y terminan regresando a los pocos días a Urgencias al encontrarse mal de nuevo.

Por todo ello Prosagal se ha puesto en contacto con todos los grupos políticos del Concello de Pontevedra y del Parlamento de Galicia para, por un lado, informarles de esta circunstancia y, por otro, pedir su apoyo para "darle una pronta solución" y "para que hagan suya esta problemática tan grave para los pontevedreses".

"El número de pacientes sin cama aumenta cada día", recuerda la presidenta de Prosagal, Carolina Iñarrea, que, en nombre de esta agrupación reclama al gerente, José Ramón Gómez Fernández, "que sea sensato y ponga fin a esta situación y que abra las unidades que continúan cerradas, ya que no tiene sentido que permanezcan así, ya que su apertura aún sería insuficiente".

Las quejas se vienen repitiendo desde el pasado fin de semana, cuando el servicio de Urgencias registró los primeros tapones de pacientes. El lunes fuentes del CHOP informaban de que se habían abierto todas las camas de Neumología, unidad que, junto con Medicina Interna, continuaba cerrada parcialmente tras el verano. Sin embargo, los trabajadores consideran insuficiente esta apertura y exigen la de la totalidad de las camas de ambos hospitales, ya que Medicina Interna 3 sigue cerrada en el Provincial, con 33 plazas que ya podían estar a disposición de los usuarios.

"Es una locura, nos volvemos locos para encontrar camas", se quejan los trabajadores de Montecelo.

En teoría, con el comienzo del mes de octubre y el fin de la época estival se iban a reabrir todas las camas del área sanitaria, salvo las de la unidad de Lactantes, que permanecería con 9 cerradas hasta noviembre. Ese era el programa anunciado por la gerencia del CHOP, que, sin previo aviso ni comunicación a los trabajadores, ha decidido prolongar el cierre. El caos en Urgencias le ha llevado a abrir las camas de Neumología, pero no así las de Medicina Interna.

Durante el verano llegó a haber más de 80 camas cerradas entre la segunda quincena de julio y la primera de septiembre. El pasado martes la gerencia informaba de que actualmente se mantiene operativo el 86 por ciento de las plazas.

Los trabajadores consideran que la falta de contrataciones en el área sanitaria está redundando en la atención a los pacientes. "No se contrata gente y la que viene es con contratos por días", critican.

"A nosotros nos parece una tomadura de pelo y grave irresponsabilidad que los pacientes tengan que esperar en una camilla en un pasillo durante horas cuando existen camas vacías disponibles. A esta situación hay que añadir las posibles complicaciones que pueden sufrir los usuarios al compartir cuarto con otros que padecen una patología distinta. Pasa, por ejemplo, con pacientes acabados de operar y los que ingresan con un proceso infeccioso", informan.

Presiones para ir por privado

Otra de las cuestiones que denuncian es que los pacientes están recibiendo "presiones" para que acepten someterse a las intervenciones quirúrgicas en la sanidad privada. "Les llegan a decir incluso que en la privada hay mejores médicos que en la pública", alertan.

"Los mandan con el preoperatorio hecho y todo. Cuando los operan a los tres meses ya no tienen garantías y los vuelves a tener por aquí", denuncian los profesionales del CHOP.