Los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra se tuvieron que enfrentar ayer a una situación que se podría calificar de excepcional en el Pazo de Justicia. El tribunal se vio obligado a suspender un juicio al comprobar que uno de los acusados se había presentado a la vista oral en evidente estado de embriaguez.

Se trataba de un juicio contra dos acusados de propinar una paliza a un hombre de origen marroquí en la madrugada del 23 de agosto de 2014. En el banquillo de la Audiencia estaban citados para sentarse F. P. V. y G. P. M acusados de un delito de lesiones por el que el fiscal solicita una pena de tres años y medio de prisión para cada uno. Asegura que ambos mantuvieron una fuerte discusión con la víctima "en el curso de la cual comenzaron a golpearlo, propinándole patadas y puñetazos en diversas partes del cuerpo". Indica que "en un momento dado, los dos acusados se quitaron los cinturones que llevaban puestos, que contaban ambos con grandes hebillas metálicas" y comenzaron a golpear a la víctima causándole múltiples lesiones, entre ellas fractura de nariz y pérdida de dos piezas dentales.

El estado de excitación que presentaba ayer uno de ellos antes del juicio, F. P. V., y los síntomas que hacían sospechar que estaba bajo los efectos del alcohol, hizo que los magistrados ordenaran que fuera examinado por un forense para saber si estaba en condiciones de participar en el juicio. Este profesional ratificó que se encontraba bajo los efectos de bebidas alcohólicas, lo que afectaba a sus capacidades volitivas e intelectivas y no reunía las condiciones para ser sometido a juicio.

Mientras el secretario daba lectura al dictamen del forense al inicio de la vista (que básicamente se inició para acordar su suspensión a petición del fiscal y las defensas), el compañero de banquillo de F. P. V. , G. P. M., también comenzó a alterarse al percatarse de la presencia de los medios gráficos de prensa a los que increpó, siendo expulsado de la sala por el magistrado presidente del tribunal. Fue retirado por la Policía al encontrarse actualmente en prisión. No fue el único altercado, ya que al mismo tiempo un exaltado desde el público insultó a los fotógrafos de prensa al grito, entre otros, de "sinvergüenzas" e "hijos de puta", incluso levantando el brazo en tono amenazante hacia una reportera gráfica para intentar que dejase de tomar imágenes. Esta persona también fue expulsada de la sala, al grito de "hacedle fotos al moro de mierda", en referencia a la víctima de la agresión. El acusado F. P. V. también acabó siendo expulsado por su mal comportamiento. De hecho, cuando el secretario daba lectura al dictamen del forense señalando que se encontraba ebrio, replicó desde el banco que "también estábamos borrachos" el día en el que se produjeron los hechos que se estaban juzgando, realizando constantes interrupciones. Antes, los dos acusados tuvieron tiempo a declararse inocentes de los hechos que se les imputan. El juicio se retomará el próximo martes.