El antiguo edificio del Ministerio de Hacienda en A Ferrería, que el próximo mes cumplirá tres años desde que quedó totalmente vacío; el viejo cuartel de la Guardia Civil, con una década ya abandonado y con un grave deterioro que genera constantes quejas vecinales; el asilo de ancianos, que echó el cierre por sorpresa en mayo de 2012; la sede de la Xunta de Benito Corbal, con casi nueva años en desuso; y desde hace unos días, el convento de Santa Clara. Son los ejemplos más graves de notables inmuebles de la ciudad que acumulan abandono y deterioro sin plan alguno para su recuperación, salvo el de Benito Corbal. A ellos se deben añadir propiedades privadas emblemáticas de la ciudad sin aprovechamiento alguno.

Con respecto a Hacienda, no se ha avanzado nada en estos años pese a algún intento que, según el alcalde, Miguel Fernández Lores, aún no se abandonó. Ahora se suma el caso de Santa Clara, que podría seguir el mismo camino de incertidumbre.

Más grave si cabe es el caso del antiguo cuartel de la Guardia Civil entre Casimiro Gómez y Loureiro Crespo. Su absoluto deterioro es objeto de quejas de los vecinos y ya se han producido algunos incendios en su interior sin que el Gobierno central, su titular -al igual que la delegación de Hacienda- haya hecho nada excepto algunas obras para tapiar los accesos.