El tamaño de la planta de compostaje de A Canicouva será menor para que este tipo de reutilización sea realizado, en la medida de lo posible, en origen y a través de los composteros comunitarios.

"Preferimos tener todo atado y bien atado antes de que comience a funcionar. La planta va a estar ahí 30 o 50 años, así que esperar seis meses más o menos no va a influir", consideró ayer César Mosquera, que añadió que "deberían acabarse esas actuaciones en las que había que hacer antes de pensar".

"En el mundo de los residuos hace cuatro años las plantas debían ser lo más grandes posible, dentro de un límite entre las 15.000 o 20.000 toneladas, porque eran más eficientes. Pero ahora se ve que funcionan mejor las plantas más pequeñas. Es lo óptimo", anunció.

"El cambio de este planteamiento lleva a que hay que ajustar todo el plan. Ahora se apuesta más por el modelo australiano", indica.

La apuesta por los composteros comunitarios en el municipio ha influido este cambio de planteamiento. "Tal y como están funcionando los composteros comunitarios, de manera extensiva, son un elemento clave. Solo si no se pudieran usar, el material iría a la planta", explica Mosquera.

"Los composteros comunitarios están funcionando muy bien, mejor que los individuales. Pero eso era algo que teníamos que decidir. La clave es muy simple. Hay que llevar a una planta 16.000 toneladas que se generan en Pontevedra al año, pero con los comunitarios ya te quedas solo con 5.000 toneladas. Estamos ajustando el modelo en función de esta premisa", resume.