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Miguel Vázquez: "Ya lo ve: simplemente cumpliendo con mi obligación me dan un premio"

El galardón de Amigos de Pontevedra "demuestra que me quieren más de lo que imaginaba"

Miguel Vázquez, coordinador del Laboratorio del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez. // Rafa Vázquez

"Me siento muy orgulloso y también muy alegre de recibir este premio", explica Miguel Vázquez a propósito del galardón 2017 de Amigos de Pontevedra que recibirá este mismo mes en la víspera del "día grande" en honor a Virgen Peregrina. "No me lo esperaba para nada, en absoluto, creo que nadie se espera estas cosas, fue una gran sorpresa agradable", reconoce el homenajeado.

- Es especialista en análisis clínicos ¿cómo es su trabajo?

-Soy coordinador desde hace unos 30 años del laboratorio del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, laboratorio de hematología y hemoterapia. Y mi trabajo consiste en atender directamente persona a persona y después trabajar atrás con los compañeros en la confección de los análisis clínicos.

- Amigos de Pontevedra ha elogiado su calidad humana y capacidad de empatizar con los pacientes y sus familias

-Si, claro, y a cambio es un premio de cariño, de amistad, de comunicación, algo así es lo que siempre busqué en las personas, el cariño, pues con este reconocimiento está sobradísimamente premiado y demostrado que me quieren mucho más de lo que me podía imaginar (sonríe).

- Imagino que en las noticias que da habrá momentos muy alegres y otros duros

-Si, aunque no es mi obligación trasmitirles directamente el resultado pero participo de una manera directa de ello, lógicamente he visto resultados muy tristes, muy preocupantes, pero también muchas satisfacciones, muchísimas más que los resultados tristes, porque afortunadamente todavía sigue siendo atípico dar un mal resultado, gracias a Dios el 90% de las personas a las que vemos están perfectas.

- En estos más de 40 años que lleva vinculado a la sanidad ha visto un gran cambio en la medicina

-Son 42 años exactamente, 38 en el laboratorio, desempeñé diversos cargos en todo el hospital y en el laboratorio llevo esos casi 39 años. Y he visto cambiar totalmente la medicina, ha sido una revolución de relámpago desde hace ya años, los doctores Domínguez han venido haciendo cambios desde el minuto 0, siempre hemos ido a la velocidad del rayo, siempre tratando de adelantarnos a todo el mundo en lo que respecta a las técnicas de trabajo.

- ¿Se salvan hoy muchísimas más vidas que cuando empezó a trabajar?

-Muchísimas más pero no tantas como imagina, antes se salvaban también muchísimas aunque de otra manera, con los medios que teníamos nos defendíamos muy bien, siempre hemos tenido sistemas punteros de trabajo, con muy poco ruido pero con una gran capacidad de resolución.

- ¿Ha evolucionado la ciudad tanto como la sanidad?

-Pontevedra es una maravilla, si usted la conoce comprobará que esta ciudad es de las más bonitas del mundo, porque está enormemente cuidada y protegida, una ciudad que encanta a todo el que pasee por ella. Tenemos además un alcalde que es una auténtica maravilla, no soy de su misma ideología política y no voy a decirle de cual soy pero ningún alcalde podría haberlo hecho mejor.

- ¿Es muy satisfactorio trabajar en la sanidad?

-A todos los niveles, muchísimo, hay momentos muy tristes pero es la mejor forma de que le reconozcan a uno. Ya ve usted: cualquier esfuerzo por pequeño que sea, cualquier indicación, ayuda mucho al paciente y también a los familiares, que se encuentran desorientados porque siempre sorprenden las enfermedades, siempre sorprenden a todos, y cualquier detalle que se les haga lo agradecen muchísimo, ya lo ve usted (risas), simplemente cumpliendo con mi obligación me dan un premio.

- Ejerce desde muy joven

Desde los 20 años, aún no los había cumplido todavía, empecé en sanidad militar en A Coruña, en la Octava Región de Sanidad Militar, después vine destinado a Pontevedra como enfermero del ejército, luego como sanitario militar y cuando salí del ejército me incorporé con 19 años y medio al Hospital Miguel Domínguez.

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