Una empresa ubicada en Mourente ha sido sancionada por el Concello con una multa coercitiva de mil euros por desobedecer una orden municipal para que procediera a la limpieza de sus terrenos. En lugar de ejecutar esas instrucciones o abonar la sanción, la compañía decidió acudir al juzgado y su primera petición fue solicitar la suspensión cautelar de esa multa.

La orden municipal se produjo hace más de un año, en abril de 2016, pero trasciende ahora al conocerla que el juzgado desestima esa paralización cautelar.

Asimismo, también ayer se conoció otra sentencia en la que se rechaza la petición de 2.000 euros de indemnización formulada por una persona que sufrió daños al pisar una tapa de registro sin tapa en el polígono de O Campiño. Ocurrió hace casi dos años y el juez desestima ahora el recurso por un defecto de forma.