Fin de fiesta para el San Xoán de Poio. La Casa Rosada fue el escenario ayer del último evento de los festejos con los que el municipio da la bienvenida al verano.

Cerca de unos 80 kilos de sardina fueron repartidos a todos los vecinos que decidieron acercarse por la sede de la Concejalía de Igualdad y Bienestar.

La música fue el preludio de una degustación colectiva y común entre la ciudadanía, principalmente mayor, que acudió a la Casa Rosa para despedir el San Xoán ya definitivamente hasta el 2018.

Las sardinas fueron cocinadas en la finca del enclave y repartidas junto al habitual pan y bebida. La concejal Rosa Fernández, junto con los trabajadores del CIM, compartieron la tarde con los vecinos para cerrar de la mejor forma las primeras fiestas estivales en Poio.