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La crisis se deja notar en el mercado

Los vendedores de frutas y hortalizas buscan un aumento de sus ventas

Puesto de frutas y verduras en la planta alta del Mercado. // Rafa Vázquez

El Mercado de Abastos de Pontevedra, característico por su pescado y marisco fresco, así como su ambiente diario cautiva el paladar de los turistas otro verano más, contando con puestos de fruta y verdura que han notado la sequía de estos últimos meses y la crisis que viven los españoles día tras día.

"Este año Galicia no ha tenido invierno" es la frase que se escucha en las calles de Pontevedra y sobre todo en el mercado, donde los vendedores de fruta y verdura se posicionan en dos partes, los que han sufrido la sequía en sus plantaciones y otros que consideran que el buen tiempo ha sido la clave para adelantar la obtención de sus productos. Los precios de estos no se han visto alterados ante esta situación, ya que consideran que el buen tiempo significa siempre positivismo y la presencia de más personas entre las calles pontevedresas, y por lo tanto, un aumento de sus ventas. Sin embargo, el esfuerzo realizado para que sus plantaciones no se dañasen ha sido mayor que en años anteriores.

El Concello ha propuesto la idea de dedicar la parte de arriba del mercado a la gastronomía y posicionar los puestos de frutas y verduras en la parte de abajo, una decisión que está a la espera de negociar las condiciones con los vendedores. Muchos de ellos llevan más de 40 años en el mismo lugar, han luchado para mantener a flote sus puestos, por ello, no están de acuerdo con la posición de las bancadas que le ofrecen para la parte de abajo, reclamando que las condiciones sean las mismas que llevan teniendo a lo largo de estos años.

Una de las principales condiciones a las que se oponen los vendedores es el pagar otra vez las concesiones que el Concello les exige para poder situar su puesto en la planta baja del mercado, alegando que ya han pagado las concesiones necesarias para la parte de arriba y que la decisión de cambiar de lugar los puestos es municipal y no de ellos, por lo que reclaman no tener que volver a abonarlas. Con sus ideas claras con respecto al posicionamiento que quieren tener en la parte de abajo, así como las condiciones que solicitan, esperan llegar a un acuerdo con el gobierno local y que todo siga como los años anteriores.

Juan Pablo, que hace un año que llegaba al Mercado tras la jubilación de una vendedora que llevaba 32 años en el puesto, se dedica a la venta de fruta y verdura frescas. Él es de los que ven la sequía como algo positivo y para nada negativo. Aclara que el buen tiempo no ha sido prejudicial para el negocio sino que ha hecho que la fruta se haya adelantado.

Sin embargo, la crisis sí que la ha notado, empezando el verano con muchas menos ventas que las del año pasado pero contando con una actitud optimista con lo que respecta al futuro. El cambio de su puesto para la parte de abajo del mercado lo ve también como algo positivo, ya que el pescado y el marisco atrae a muchísima gente y sobre todo en verano, cuando los turistas eligen Pontevedra como su destino vacacional.

"El estar en la parte de abajo significa que todo aquel que vaya a comprar marisco y pescado se fijará en nuestras frutas y verduras, y que por lo tanto aumentarán las ventas, siempre que sea bueno para el negocio a mí personalmente no me importa estar arriba o abajo".

El Mercado de Abastos de Pontevedra, a pesar de sus más de 50 años, no deja de innovar para mantener su espíritu vivo. La apertura de una ludoteca infantil hace ya varios meses ha hecho que el ambiente del la plaza haya aumentado considerablemente. Por ello los vendedores, contentos ante esta situación, consideran que todo aquello que atraiga gente es bueno para el negocio.

Uno de los principales atractivos de este mercado, además de la presencia de productos de alta calidad, es la opción de poder cocinar los productos que las personas adquieren en la planta de abajo, mariscos, pescado, e incluso en algunas ocasiones carne, en el bar La Plaza, situado en la parte de arriba de este.

Los vendedores que aquí se encuentran esperan que la sequía, pero sobre todo la crisis mejore, para que aumenten sus ventas que han sufrido una disminución considerable este año con respeto a años anteriores.

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