Magín Alfredo Froiz Planes, nació en Barbastro (Huesca) en 1943, y con tan solo 24 años, en 1968, se hizo cargo del traspaso de un pequeño supermercado de la calle Cobián Roffignac, en Pontevedra.

Es hijo de un carnicero de Lalín. Llegó a Pontevedra cuando su familia se trasladó a la ciudad en 1946. Estudió el Bachillerato y comenzó a trabajar en la constructora Raimundo Vázquez.

Se casó en 1967 y, un año después, entró como carnicero en el citado supermercado de Cobián Roffignac. Tal y como ha contado él en numerosas ocasiones, comenzó a trabajar en el establecimiento como autónomo después de que el dueño le propusiera alquilarle la sección de cárnicos. Froiz era hijo de carniceros y, pese a que él no tenía experiencia como tal, aceptó la propuesta y aprendió de su familia. Un año después, consiguió el traspaso de ese supermercado, actualmente el Híper Froiz. Era el inicio, aunque él no lo podía imaginar, de una trayectoria brillante.

En este sentido, recuerda que empezó a trabajar joven, con 12 empleados y perdiendo 3.000 pesetas al día.

Una vida ligada a Poio

Padre de tres hijos, su vida y actividad empresarial han estado ligadas siempre a Poio, donde se encuentra su sede, en Lourido. Y era precisamente en este municipio donde quería haber puesto en funcionamiento su centro logístico, que, finalmente, por razones ajenas a su voluntad, estará centralizado en el polígono de Barro-Meis. Está previsto que esté listo en un plazo de unos tres años y que cuente con unos 500 puestos de trabajo. Para cubrir estos empleos tendrán preferencia los trabajadores que ya se encuentran en la empresa.

Magín Froiz siempre se ha caracterizado por hacer una firme defensa de sus empleados públicamente. "Sin mi gente, Froiz no es nadie", aseguraba no hace mucho.