Se esperaba un pleno tranquilo en la Diputación con apenas cuatro puntos a debatir en el orden del día pero la sesión transcurrió con la habitual batalla dialéctica que, en algunos momentos, incluso se convirtió en airadas protestas procedentes de las bancadas del PP, cuyos diputados se mostraron muy contrariados por la forma en la que dirigió el debate el presidente accidental de la Corporación, César Mosquera, debido a la incomparecencia de Carmela Silva "por recomendación médica".

La ausencia de la presidenta fue, precisamente, una de las primeras cuestiones que sorprendió a los diputados conservadores (luego le desearon una pronta recuperación tras conocer que su ausencia se debía a una recomendación médica), quienes iniciaron la sesión pidiendo explicaciones por la no inclusión en el orden del día de una moción que tenía como objetivo reclamar precisamente la comparecencia de Silva para "pedir a la presidenta explicaciones políticas" ante las "investigaciones abiertas por la Justicia" y, concretamente, se refirieron a la causa por el supuesto "enchufe" de la cuñada de la presidenta. Los populares mostraron su "sorpresa" de que, "por primera vez en la historia de la Diputación", un gobierno "vetase" una moción presentada por uno de los grupos políticos de la Corporación. Mosquera zanjó el asunto señalando que existe un informe de Secretaría justificando la no inclusión de dicha moción en el orden del día e invitando a la diputada popular a presentar un recurso de alzada o cualquier otra protesta que estime pertinente sobre esta decisión.

El segundo encontronazo entre la oposición del PP y el gobierno bipartito surgió a cuenta de los viales provinciales y de varios proyectos iniciados en la era Lourizán y que los populares aseguran que el ejecutivo mantiene paralizados o no fue capaz de llevarlos a cabo. El PP utilizó dos mociones sobre dos proyectos de mejora de carreteras que se encuentran en trámite desde hace meses (los viales entre Gondomar y Morgadáns y el que une Viso y O Hío) para generalizar y desviar el debate hacia esta supuesta "incapacidad" del gobierno provincial a la hora de llevar a cabo infraestructuras que ya estaban en marcha cuando asumieron el gobierno hace dos años. "Denunciamos la paralización de 8 obras que en el año 2015 estaban a punto de comenzar y de las que, en dos años, ustedes tan solo fueron capaces de iniciar una en el concello de Sanxenxo, y lo hicieron de tal forma que acabaron dejando un gobierno roto y un alcalde dimitido", aseguró la portavoz Nidia Arévalo. "No son capaces de gobernar", añadió la diputada popular, quien pidió al ejecutivo "que se pongan a trabajar y dejen de bloquear estos proyectos".

El presidente accidental, César Mosquera, llamó varias veces la atención a la diputada popular al entender que estaba desviando el debate del contenido de la moción abordando cuestiones que excedían la problemática concreta de estas dos obras, por lo que incluso llegó a retirarle la palabra al insistir la diputada en derivar su intervención hacia los problemas surgidos en otros proyectos como la reforma de la calle Luis Rocafort en Sanxenxo. Una decisión que alteró los ánimos de los diputados populares, desde cuyos escaños comenzaron a clamar por la supuesta "censura" aplicada por el presidente accidental. "Esto es un escándalo", "esto no es democracia", vociferó el diputado popular Luis Aragunde, desde su escaño. Previamente, en su respuesta, el diputado de Mobilidade Uxío Benítez contestó a los populares alegando que estos dos proyectos concretos, como otros heredados del gobierno del PP, adolecían de graves irregularidades como el incumplimiento de diversos apartados de las leyes de accesibilidad, o presentaban importantes carencias como el hecho de que una de las obras hubiese sido licitada, en época preelectoral, a pesar de que la Diputación no tenía a su disposición los terrenos, como ocurre en Gondomar. En Hío lamentaron que ni tan siquiera había un proyecto elaborado.

Movimientos "oscuros"

También el portavoz socialista, David Regades, señaló que el nuevo gobierno de la Diputación abandonó la adjudicación de proyectos "de forma discreccional y de forma poco objetiva", una práctica que sí atribuyó a anteriores gobiernos del PP. El socialista volvió a desligar cualquier relación directa entre la crisis abierta en el Concello de Sanxenxo y la obra puesta en marcha por el ejecutivo provincial en la calle Luis Rocafort. De hecho, Regades vinculó más bien la ruptura del gobierno tripartito de Sanxenxo a "maniobras oscuras" del PP.