El parque comercial de O Vao es el único proyecto de suelo empresarial en marcha en el municipio, de iniciativa privada. Su futuro parece ya despejada, aunque sin calendario de ejecución, después de que este año, después de más de quince de tramitación, el Concello aprobara definitivamente la modificación urbanística que resuelve el ámbito concreto de actuación, entre la PO-531 y la AP-9.
Con ella, los promotores podrán iniciar toda la tramitación de gestión y urbanística para empezar a solicitar las licencias de obra. El proceso de modificación del polígono del Vao lleva varios años de tramitación y más de una docena de informes favorables, entre ellos, algunos tan singulares como del de la Dirección General de Aviación Civil de Fomento. También fue necesaria la autorización de Fomento por la incidencia en el peaje de Alba, precisamente ahora en obras para ampliar su capacidad y al que se tuvo que adaptar el parque comercial.
Por su parte, el polígono empresarial de A Reigosa, que acaba de cumplir seis años desde su inauguración oficial -en marzo de 2011- es la principal reserva de suelo en el municipio. Aunque ubicado en Ponte Caldelas, es una prolongación natural del de O Campiño, con accesos comunes y vecinos uno de otro.
Su balance ha mejorado en los últimos años. El recinto, con 48 parcelas industriales, ya tiene vendidas a día de hoy 31 de ellas, el 65%, después de la última oferta de suelo de Xestur, que incluyó bonificaciones de hasta el 30% en el precio de cada solar.
En todo caso, con 17 parcelas en oferta o solo reservadas, el cómputo total de superficie pone de manifiesto que aún está sin dueño la mitad de todo el polígono. Los 31 solares adjudicados suman unos 134.000 metros cuadrados (el 48% del suelo empresarial total) y los 13 libres ocupan 129.000 metros más (el 46%) ya que entre ellas figuran las tres más grandes de todo el parque, por encima de los 20.000 metros cuadrados cada una.
