Aumentar el consumo de omegas, con la ingesta de pescado, reducir la de carne roja y apostar por la blanca, como el pollo o el conejo, son claves en una dieta equilibrada, en la que no deben faltar las féculas, verduras y cereales. Son los consejos de la nutricionista Cristina Días, que abrirá el próximo sábado en Pontevedra la jornada sobre enfermedades intestinales con una charla centrada en la dietoterapia.
-No es la primera vez que se aborda el tema de la nutrición en este congreso.
-Efectivamente, esta es la segunda edición del congreso y la segunda vez que hablamos de alimentos, porque es una enfermedad en la que una parte del tratamiento es la nutrición, ya que el efecto farmacológico por sí solo no tendría resultados. En el día a día tienen que tener un control alimenticio súper severo.
-¿De qué manera se manifiestan los efectos de esos alimentos en los pacientes?
-Tanto la colitis como el Crohn son enfermedades que afectan a todo el tubo digestivo. Dependiendo de la evolución o fase de la enfermedad, pueden aparecer unos síntomas u otros. En general, son: mala absorción de nutrientes, problemas intestinales muy severos, dolores abdominales, defensas bajas... Son personas que necesitan dietas ricas en hierro pero no pueden tomar carnes rojas porque no las digieren bien. Es una dieta muy variada, suplementada porque tiene que aportar mucho ácido fólico para prevenir el brote. Se trata de enseñar a la gente a saber en qué alimentos tiene ese hierro o ese ácido fólico. También, cuando tienen una inflamación, qué deben tomar para no agravarla o para aliviarla. Intentamos hacer la vida más fácil al paciente. Una vez al mes hacemos una charla enfocada a nutrición en la que cada uno nos presenta sus dudas y de lo que quiere hablar. Todo el mundo retira la leche porque les sienta más por la lactosa, pero es muy importante porque supone un aporte de calcio. Nosotros intentamos ayudar a que ese calcio no falte y esté presente, por ejemplo, con espinacas. Que el paciente le pierda el miedo a los alimentos. A veces se lo cogen a un alimento en concreto debido a un brote, pero en quince día, sin él, lo pueden volver a tomar. La idea es que no sufran carencias.
-¿Cuáles son los alimentos prohibidos?
-Todo tipo de excitantes, como el café, te o alcohol. También las grasas, sobre todo las saturadas. Tienen que tener una alimentación muy limpia y natural. Las legumbres les pueden sentar mal, aunque deben tomarlas. Depende del paciente, porque los hay que no toleran en pescado blanco y eso que es una proteína muy suave. Son dietas hiperproteicas.
-Este año cuentan con Pepe Solla para complementar esta información.
-Sí, lo vamos a hacer de una forma distinta. Al paciente, al final, lo que le importa es el día a día en su casa. Yo puedo hablar que es muy bueno tomar espinacas o brócoli para esta enfermedad pero la gente siempre la toma de la misma manera. Le hemos pedido a Pepe que nos cuente, de manera distinta, cómo sacarle provecho a estos alimentos. Ha dicho que sí sin dudarlo. Lo ideal era montarlo con cocina, aunque no es posible.
-La alimentación se complicará más en el caso de los niños que padecen estas enfermedades...
-Aunque son enfermedades que se diagnostican en la edad adolescente, sobre todo, en los últimos dos años se han comenzado a detectar en edades más tempranas. Creemos que esto se debe a que la gente come peor por la falta de tiempo por parte de los padres, que echan mano de productos envasados, comidas precocinadas... Si tú te cuidas, puedes conservar buena parte de tu intestino. Yo creo que hay que optar por una dieta atlántica-mediterránea.
