De "éxito total" calificaba ayer la concelleira de Promoción Económica del Concello de Barro el mercadillo que volvió a celebrarse tras un año sin actividad por la caída del clan de los Morones.

"Esto está siendo un exitazo. Han venido miles de personas y no se ha producido ni una sola incidencia", explicaba Lía Rodríguez a las pocas horas del inicio de la feria. "Los comerciantes están muy contentos".

La primera jornada contó con el trabajo de nueve empleados municipales, efectivos de Protección Civil y la colaboración de la Guardia Civil. "En principio, esta presencia se va a mantener", informó la concelleira.

Ayer eran 103 los puestos que se instalaron para ofrecer artículos a buen precio. Lía Rodríguez avanzó que la feria de Barro puede seguir creciendo "en muchas direcciones", ya que no hay problemas de espacio en este sentido. Es algo que el Concello se plantea llevar a cabo a corto plazo. Cada comerciante paga 2 euros por metro lineal por cada mercadillo. "Es la feria que se merecía Barro", recalcó.

Balances oficiales aparte, el caso es que por entre los puestos ayer se movían miles de personas de varios puntos de la comarca de Pontevedra, que se mostraban deseosas de comprar y a las que el buen tiempo animó a salir de sus casas.

Margarita González, una de las vendedoras que se estrenó en esta feria, se mostraba satisfecha con la actividad. "Es la primera vez que monto el puesto, de ropa de mujer, pero ya puedo decir que esto es un éxito", resumía. "La gente está contenta y comprando".

El mercadillo de Barro se celebra en la tarde de los domingos para evitar coincidir con el de Padrón.

Algunos de los vendedores ambulantes recuperaron su anterior ubicación, mientras que otros optaron por cambiarla. La localización de los puestos en torno a O Pazo fue señalizada con una marca en el suelo o bordillo y se habilitó un espacio de, aproximadamente, un metro entre puestos para evitar la aglomeración y facilitar el tránsito de los clientes.