El Plan Director de Mobilidade Alternativa de Galicia, que maneja la Xunta desde hace unos años, sugiere la creación en el municipio de Pontevedra de unos diez kilómetros de nuevas sendas ciclistas, lo que supondría duplicar el recorrido total que ya existe en el casco urbano y sus inmediaciones. En concreto, el documento plantea tres tramos, de 450, cuatro mil y 5.500 metros cada uno y el último de ellos es el que discurriría por la avenida de Marín y que Costas ya tiene en fase de exposición al público.

A día de hoy, los carriles bici señalizados como tales, así como aquellos paseos en los que se admite el uso compartido entre peatones y ciclistas suma unos 10,7 kilómetros. Sin incluir las calles peatonales, estos recorridos se concentran a orillas del Lérez, con el paseo junto a la ría entre la rotonda de Malvar y el puente das Correntes (2.000 metros), el propio viaducto (130 metros), el recorrido por Domingo Fontán hasta el puente de O Burgo (425 metros) y su prolongación hasta la playa fluvial, que incluye el carril-bici por Rafael Areses y el puente dos Tirantes. Este tramo son unos 2.100 metros más, que se elevan a más de 6.000 si se añade la senda fluvial desde Monte Porreiro hasta Bora.

Otros carriles-bici

La relación incluye tres carriles-bici específicos, que suman unos 2.000 metros más: el que discurre desde el puente de Santiago hasta el campus; el habilitado en el vial desde Médico Ballina hasta Monte Porreiro, con el puente sobre el Lérez, y el medio kilómetro creado en el nudo de O Pino. Los senderos de las marismas de Alba o de la Illa das Esculturas no forman parte de este listado, ni tampoco el paseo de la calle Josefina Arruti.

Por su parte, en octubre pasado se presentaba un Plan de Sendas de Galicia que diseñaba estos recorridos en la PO-308 en Poio y Sanxenxo, mientras que en Pontevedra se apostaba por recorridos en Campañó, Alba, Lérez y Xeve, así como en Marcón, pero no en el casco urbano. En todo caso, solo hay obras ahora en A Lanzada, en Sanxenxo.

El Concello, por su parte, planteó una ampliación de este plan con actuaciones en la carretera vieja de Marín, en la PO-542, de Ponte Bora, con tratamiento de aceras hasta la glorieta de Vilafranca y tráfico peatonal a la altura de la casa de cultura de Marcón; en la carretera de Ponte Caldelas por San Mauro y en la PO-531, a partir del puente de A Barca con mejora general de las condiciones para peatones y ciclistas, También se citaba la PO-225 en Alba, la PO-224, en Xeve, y, por último, la PO-223, a Campo Lameiro con atención peatonal en el entorno de la casa de cultura y el centro de salud de la Porta do Sol, así como el entorno del monasterio de San Benito. En todo caso, se trata más bien de actuaciones para la movilidad peatonal.

El Plan de Mobilidade para ciclistas proponía, por su parte, varios corredores desde el centro y en especial hacia Poio-Sanxenxo y Marín. El documento indica que "el área urbana de Pontevedra presenta el territorio más accidentado de las siete áreas urbanas, lo que se refleja en las pendientes medias de las carreteras. Los viales con menos pendiente son las que transcurren en la proximidad de la ría de Pontevedra, que son la PO-308 y la autovía de Marín".

Añade que "finalmente hay otra carretera que presenta unas pendientes aceptables para los desplazamientos en bicicleta, que es la N-550", tanto hacia Pontesampaio por el Sur como hasta Barro por el Norte, si bien e este último caso las pendientes son mucho mayores. Además, este vial presenta una intensidad de tráfico tan elevada que supone un peligro para los ciclistas.

Reunión con la conselleira

Esta red de carriles-bici y para peatones forma parte de los planes de la Consellería de Infraestruturas y la Axencia Galega de Infraestructuras. La titular de este departamento, Ethel Vázquez, con el vicepresidente Alfonso Rueda, se reúne hoy con el alcalde, Miguel Fernández Lores, para analizar, en principio, los planes autonómicos para mejorar la estación de autobuses y de su "intermodalidad" con la de ferrocarril. Básicamente se trata de presentar el proyecto de conexión peatonal entre ambas terminales, ya que no hay previsión de habilitar billetes únicos para las dos modalidades de transporte o unificar horarios.

Lores acude a la cita con la idea de solicitar un tratamiento "lo más peatonal posible" a la fachada de la estación de autobuses, creando un ramal de acceso rodado a esas instalaciones desde la calle Josefina Arruti. Pero aprovechará sin duda para incidir en otras actuaciones pendientes, como la reforma de la carretera de Vilagarcía, la cesión de la calle Rosalía de Castro o el asfaltado del nudo de Mollabao.