BNG y Marea Pontevedra, hasta diciembre pasado rivales muy distanciados, mantienen ahora "relaciones fluidas" que podrían concluir con un "acuerdo de gobernabilidad" para lo que resta de mandato. Así lo admitieron ayer el alcalde, Miguel Fernández Lores, y el portavoz municipal de la formación rupturista, Luís Rei, que sitúan la aprobación de los presupuestos de 2017 (que el BNG sacó adelante en diciembre gracias a la abstención de Marea) como el "punto de inflexión" de una "nueva etapa" en el Concello.

Este giro fue puesto sobre la mesa por el propio Rei, junto con el coordinador Xan Hermida, el pasado viernes, al lanzar una abierta oferta de "estabilidad" que es recogida con "satisfacción" por el BNG.

Lores no dudó ayer en recoger el "guante" de sus otrora adversario y acudió a la vena romántica para describir la situación actual: "Las relaciones serias lleva tiempo llegar a ellas y los escarceos amorosos son variados, de distinta intensidad", situación en la que estarían en la actualidad el gobierno local y el grupo de Luis Rei.

Estos "escarceos" ya se dejaron notar en el pleno municipal de ayer, tanto en la mejora de las relaciones entre los dos grupos, como en los comentarios de PP y PSOE, que dan por hecho desde diciembre que Marea acabará sumando sus votos al BNG hasta 2019. De hecho, a la sesión de ayer nacionalistas y rupturistas acudían con dos mociones cada uno y todas contaron con un respaldo mutuo.

Lores recuerda que "desde el inicio del mandato mantuvimos una posición de llegar a acuerdos, de facilitar la colaboración y la actividad municipal a todas las fuerzas políticas" y cita como ejemplo sus ofertas para que los demás grupos asistieran a las juntas de gobierno o que presidieran comisiones informativas.

No obstante, solo Ciudadanos en el primer caso y el PP en el segundo aceptaron ese juego al que siempre se negó Marea. Pese a ello, y a la vista de las nuevas relaciones, Lores asegura que ahora "estamos abiertos" incluso a "acuerdos de gobernabilidad". Tras recordar que tres de sus cinco mandatos funcionaron con pactos de este tipo "con fuerzas políticas de la izquierda española" (en referencia al PSOE y espectro en el que situaría a Marea por su proximidad a Podemos), Lores insiste en que "estamos abiertos a todo tipo de colaboración, incluso acuerdos de gobernabilidad en beneficio de Pontevedra y especialmente con fuerzas de la izquierda que puedan ser más o menos afines".

Para llegar a ese posible fin subraya "el cambio de actitud de Marea en la medida en que facilitó la aprobación de los presupuestos, que recibimos de forma muy positiva", si bien aclara que "no depende solo de nosotros. Es positivo ese cambio de actitud y estamos abiertos a una colaboración más estable", reitera.

Primeros contactos

De hecho, solo basta echar un vistazo a las sesiones plenarias desde que salieron adelante las cuentas municipales para comprobar que la anterior hostilidad de Luís Rei hacia Lores se ha suavizado de forma notable y el propio alcalde puso ayer voz a esa impresión: "Desde que se facilitó el presupuesto, obviamente existen contactos más o menos regulares y normales (entre BNG y Marea), aunque sin llegar aún a una relación estable, que suele tardar cierto tiempo. Hay escarceos que pueden acabar o no en acuerdo". Volvió a insistir en que "desde el presupuesto (que la oposición siempre vinculó a acuerdos entre las dos formaciones a escala gallega) hay una relación más fluida".

Sin querer dar claves sobre el contenido de esos "contactos", el BNG sí deja claro que su premisa es "avanzar en u modelo que es un referente mundial y en esa línea nos vamos a encontrar siempre". Además, con respecto a las notables discrepancias entre ambos en asuntos como la gestión pública de los servicios de agua y basura, apunta que "en todo tipo de relaciones siempre se tratar de dejar a un lado las cuestiones conflictivas y buscar los puntos de encuentro".