El Servicio de Oftalmología del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra, CHOP, colabora con la Sociedad Americana de Superficie Ocular y Película Lacrimal en el DEWS II (Dry Eye WorkShop II), un grupo de investigación compuesto por oftalmólogos y científicos cuya misión es actualizar los aspectos relacionados con el síndrome del ojo seco.

A finales de 2015, la Sociedad Americana de Superficie Ocular y Película Lacrimal reunió a un grupo de expertos para realizar, en el plazo de 21 meses, una puesta al día sobre los distintos aspectos relacionados con dicha patología ocular. Para eso se constituyó un taller de trabajo integrado por diferentes comités que se encargaron de ejecutar una detallada revisión para llegar a un nuevo consenso internacional sobre una patología tan predominante como es el síndrome del ojo seco.

El doctor Eloy Viso Outeiriño, facultativo del Servicio de Oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, forma parte del Comité de Epidemioloxía de este taller internacional, que se ocupa del estudio de la preponderancia, la incidencia, los factores de riesgo, el impacto sobre la calidad de vida y la repercusión sanitaria y económica de esta patología.

El ojo seco es una patología crónica de la superficie ocular derivada de una alteración de la lágrima, que está caracterizada por la aparición de síntomas como la sensación de arenas, picor y alteraciones visuales que repercuten de manera importante en la calidad de vida de los pacientes.

Su manejo incluye diversos tratamientos, como los sustitutos lagrimales y los antiinflamatorios, así como técnicas quirúrgicas en casos severos y la adopción de medidas generales y hábitos para controlar el impacto de los factores de riesgo, tales como los ambientes secos, el empleo excesivo de pantallas de visualización o la ingesta de determinados medicamentos. La principal finalidad de estos tratamientos es controlar los síntomas y evitar la progresión de la enfermedad, así como la aparición de complicaciones posteriores como úlceras o infecciones.

El comité en el que participa el doctor Viso desarrolló un estudio de la preponderancia de este síndrome de base poblacional en el área sanitario de O Salné. En esta investigación, publicada en 2009 en Ophthalmic Epidemiology, se constató que el ojo seco afectaba al 11% de la población mayor de 40 años y que estaba fuertemente ligado al envejecimiento y la enfermedades como la rosácea; también, en menor medida, a la cirugía oftalmolóxica y a las patologías reumáticas.

En la actualidad, el grupo está centrando nuevamente su línea de investigación científica en esta misma población para obtener datos sobre la historia natural de la enfermedad y su incidente, aspectos aún no analizados en profundidad.

El nuevo estudio de la Sociedad Americana de Superficie Ocular y Película Lacrimal, que actualiza y amplía el elaborado hace una década en la primera edición de este taller y que supuso una referencia de esta patología ocular no sólo en la clínica, sino también en el ámbito de la investigación, se ultimó en una reciente reunión del grupo de trabajo celebrada en Seattle (EE UU). El estudio definitivo será publicado en la edición especial de la revista The Ocular Surface la próxima primavera.