El alcalde de Vilaboa, José Luis Poceiro y su concejal de Urbanismo, Ricardo Acuña, acudieron ayer al juzgado de Cangas para prestar declaración por un supuesto delito de prevaricación administrativa. Ambos fueron denunciados por un vecino por un asunto urbanístico.

El origen de esta denuncia está en una denuncia cruzada entre dos vecinos de Vilaboa, que se acusaron por la construcción de un muro y un galpón. El asunto llegó a la Agencia de Protección de la Legalidad Urbanística (APLU), pero este organismo perteneciente a la Xunta lo derivó al Concello de Vilaboa.

Uno de los vecinos acusa al Concello de no intervenir. Poceiro explicó la apertura de un expediente administrativo con el que el denunciante no está de acuerdo. Poceiro mostró su confianza en la Justicia.