Hacía muchos años que la romería de San Vicente de Parada, en Ponte Caldelas, no atraía tanta gente. La coincidencia en domingo, la xornada soleada, y sobre todo el apoyo del Concello, explican el éxito que la cita tuvo tras una larga decadencia.

El Ggoberno local tripartito, está decidido a recuperar al máximo las tradiciones locales y la cita anual en San Vicente de Parada ha sido una de las prioridades.

Cerca de la ermita se instaló una carpa con 80 mesas y capacidad para un millar de personas que se llenó completamente, hasta el punto de que todas las mesas ya estaban reservadas con anterioridad. En una de ellas estuvo el alcalde, Andrés Díaz, junto con otros miembros de su gobierno.