La ronda Este, de unos 970 metros de longitud, servirá para aliviar del tráfico el "atajo" que ahora se utiliza para subir al Hospital Montecelo y a la ciudad infantil Príncipe Felipe a través de las rúas das Pereiras y das Oliva, angostas e insuficientes.

El alcalde, Miguel Fernández Lores, no puso ayer objeciones a la decisión de la Diputación de anular la adjudicación de la ronda Este y retomar el proceso desde el principio, que retrasa su estreno para 2018 como muy pronto. Lores apuntó que "tardará más pero hay un compromiso firme de avanzar", un comentario que extendió incluso a la Xunta, con contactos con varios conselleiros y altos cargos, a la espera de reunirse con el presidente, Alberto Núñez Feijóo.

También aguarda por esa cita Carmela Silva, que admitió ayer que ya hubo una convocatoria pero que ella se vio obligada a anular por cuestiones personales. Confía en que sea "a principios de 2017 porque tenemos mucho que pedirle", añadió la presidenta de la Diputación.