La presidenta de la asociación El Defensor del Paciente, Carmen Flores, calificó ayer como una "maldad absoluta" el alta médica que la Seguridad Social ha dado a una mariscadora pontevedresa de 59 años, obligada, recrimina, a volver al trabajo tras ser operada de un cáncer de mama.

En una carta dirigida a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, Flores reclama que las autoridades sanitarias "no jueguen" con la salud de las personas, dando altas "precipitadas" como la de esta mujer que, denuncia, no está en condiciones "óptimas" para desempeñar su actividad laboral.

La mariscadora que ha sido dada de alta fue operada por un cáncer de mama hace quince meses, una intervención en la que se le extirpó el pecho derecho y de la que, asegura la asociación, no está completamente recuperada. A pesar de que tanto el médico de cabecera como su oncólogo aseguran en sus informes que no puede trabajar en la ría en estas condiciones, la inspección le dio el alta porque la única limitación que tiene es que "no puede coger peso", algo que no le limita para buscar otro trabajo.

La afectada, que según la inspección laboral no presentó ninguna reclamación tras el alta médica, estudia adoptar medidas legales contra la Seguridad Social.

La presidenta de El Defensor del Paciente asegura que es "vergonzoso" que esta conducta se haya convertido en una "constante", algo que provoca que la recuperación de los trabajadores que padecen algún tipo de enfermedad "resulte aún más costosa de lo que se pretende ahorrar".