Pontevedra ha dicho adiós a una de sus centenarias más emblemáticas, Aquilina Alonso, que el pasado 21 de octubre cumplía 105 años. La conocida como la centenaria de la calle Echegaray falleció el pasado viernes y hoy fue despedida en Sanxenxo. El funeral tendrá lugar mañana a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial del Templo Nuevo de la localidad turística, a la que la mujer estaba muy ligada por pasar en ella largas temporadas en compañía de su esposo, Fernando Bellver.

Aquilina Alonso era noticia cada otoño en su tradicional visita al alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, con motivo de su aniversario desde que cumplió los 100 años. El regidor municipal la recibía siempre acompañado de los periodistas locales, lo que convertía la felicitación en un entrañable encuentro.

La anciana y el alcalde mantenían una curiosa relación, ya que, aunque ella reconocía abiertamente que no le votaba, aprovechaba la recepción para hacer sus reivindicaciones particulares, la última, que se cuidase un poco más la calle en la que vivía, Echegaray, "muy sucia". La cita tenía lugar cada año en medio de un intercambio de piropos, ya que Aquilina Alonso confesaba que era muy presumida e insistía siempre en aconsejar al nacionalista que utilizase más la corbata. En su último encuentro, él la complació y lució este complemento para recibirla.

Aquilina Alonso conoció a su marido cuando estudiaba en La Sorbona, en París, estando becada por la provincia de Pontevedra. La pareja se casó en Poio y viajó por todo el mundo. Veraneaban en Sanxenxo y Almería. Aunque de carácter alegre y dicharachero, la mujer reconoció en esta última recepción en la Casa do Concello que ya se encontraba cansada y muy mayor y que quizá había llegado el momento de reunirse con su fallecido marido.