- ¿No está suficientemente reglado el proceso de subasta pública para que no lleguen a ocurrir estas cosas?
- Yo tenía como definición de subasta pública que era un acto limpio y transparente, donde todo el mundo cuenta con las bases para presentarse y poder optar a la compra, que se asignará a la puja más alta, pero con estos hechos, ¿quién tiene claro lo que ha ocurrido? Muchas veces es bueno reflexionar, porque en todas las organizaciones se cometen errores y encabezonamientos u obsesiones de determinadas personas, que desde fuera son incomprensibles; ahora bien, es bueno y sano no seguir y defender a ultranza lo indefendible, ni buscar la justificación por encima de todo o de todos, yo por lo menos lo suelo realizar en las organizaciones que gestiono y suele dar buen resultado, sobre todo es una buena "cura de humildad" y en contra de la soberbia que muchas veces todos tenemos, sobre todo cuando estás en puestos de responsabilidad. Creo que si existe un error la subasta tenía que haber sido anulada.
- La Administración considera que existía un contrato de alquiler vigente que otorgaba al inquilino derecho preferente de compra.
- En este punto yo me pregunto: si en la subasta hubiese un error y fuese anulada y sin contrato de alquiler vigente, entonces ya no existiría ningún derecho preferente, que es lo que ahora se alega. ¿Cómo no han acudido a la anulación de la subasta? ¿Han preferido cambiar el resultado? Yo creía que después de una subasta, con un ganador de la misma, solo había que hacer trámites administrativos y proceder a su adjudicación con el resultado de la subasta. No sabía que era momento de juzgar o interpretar, incluso cambiar el resultado de subasta, creía que esa función en todo caso le correspondería posteriormente a la justicia, nunca a los mismos que han puesto el bien a subasta, pero también veo que estoy profundamente equivocado. No sé, la verdad que todo esto me produce tristeza.
