Caldas de Reis, sus vecinos, han perdido varias oportunidades para estar representados en distintas instituciones supramunicipales, por culpa de la denuncia por malversación a su alcalde, Juan Manuel Rey, que ahora la Audiencia Provincia devuelve al juzgado de la localidad. "Tuve varias ofertas concretas en la política provincial y estatal", asegura el regidor, que se frustraron por esta demanda judicial pendiente, explicó.

"Pudimos haber hecho mucho más por Caldas desde otros cargos, desde otras administraciones" -lamenta el alcalde socialista-, si la justicia hubiese resuelto antes esta demanda. "No tengo ningún reproche, quizás un pequeño, que las resoluciones judiciales cuando tardan, ni son justas ni reponen el daño", manifestó el alcalde al valorar el auto de nulidad de juicio oral por supuesto delito de malversación de fondos públicos, dictado por la Audiencia Provincial de Pontevedra.

En todo caso, Rey admite que este auto no cierra el proceso y que puede ser recurrido. Aún así, "estoy seguro de que no hice nada anormal y que incluso tuve un comportamiento ejemplar", aseveró el alcalde de Caldas, por lo que en caso de que el proceso continúe "si hay que llegar al Constitucional llegaremos", porque "yo no soy de rendirme", añadió.

El fiscal pedía dos años y medio de inhabilitación y una multa de 5.760 euros pare el alcalde de Caldas, por el supuesto delito de malversación de fondos. Pero Juan Manuel Rey no tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados, al menos de momento, dado que la Audiencia Provincial ha dictado una resolución en la que declara la nulidad del auto de apertura de juicio oral por "incongruencia interna" de la acusación.

Tras conocer la resolución, Juan Manuel Rey hizo un repaso al proceso en el que sufrió "indefensión" y afectó tanto a su vida política como a las oportunidades que el municipio de Caldas estuviese representado por su alcalde en instituciones supramunicipales. La acusación también habría afectado a los resultados del Partido Socialista en las últimas elecciones municipales, en las que pese al proceso Rey mantuvo la Alcaldía. Este "pequeño daño que no se podrá reparar", apunta el socialista, fue aprovechado por las restantes fuerzas políticas en campaña electoral, como recuerda Rey, quien, por otra parte, se declara "orgulloso de seguir siendo alcalde, de seguir siendo socialista" y de no haber vulnerado en ningún momento el "código ético del partido".

"No existió nunca la necesidad de aplicar el código ético del partido porque no he incurrido nunca en ninguno de los supuestos que lleven a aplicar este código ético; fuimos en todo momento escrupulosos con la aplicación de las normas del partido ", indicó el regidor.

En todo caso este asunto sí produjo un daño personal a Juan Manuel Rey porque "tengo hijos, mujer, madre, etc., y en este sentido siempre se hace un daño personal".

Pese a que esta resolución de la Audiencia de Pontevedra ha anulado el juicio propuesto por el juzgado de Caldas, no remata el procedimiento, que ahora puede ser reabierto o bien archivado definitivamente, según indicó el regidor quien en todo caso valora esta "pequeña victoria", tras la que el expediente regresa al juzgado de Caldas. En todo caso el alcalde aseguró que usará todas las armas legales a su alcance para llegar a esclarecer el asunto porque "lo que yo quiero es que se airee y que sepa la verdad".

En un plano político, Juan Manuel Rey quiso censurar a todas las fuerzas políticas que utilizaron este asunto para trata de hacer daño al candidato socialista a la Alcaldía de Caldas, que "aunque los resultados fueron razonablemente buenos, sin esto hubiesen sido bastante mejores", entiende Rey. Ese es otro de los daños "irreparables" que ha tenido esta denuncia, como apuntó el regidor.

Por otra parte, Rey también indicó que "no hubo ningún interés por mi parte en prolongar ni en dejar que pasase el tiempo en este proceso".

Por último, el alcalde expresó su agradecimiento a los vecinos por el "respeto" que siempre le han demostrado en todo este proceso "y eso es algo que recordaré todos los días de mi vida", añadió.

El caso procede del derribo de un edificio de Caldas, ubicado en el número 57 de la Calle Real y acumula ya 14 años de duración. En 2002, una sentencia determinó la demolición del inmueble tras la denuncia de un vecino. La sentencia, confirmada por el Tribunal Superior de Xustiza en 2007 y 2009, anulaba la licencia municipal al considerar que ésta incumplía la normativa vigente en aquel momento. Rey heredó la citada orden en 2006, tras sustituir en el cargo de regidor al también socialista José María Tobío e incumplió el fallo judicial. Por ello, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo les impuso a ambos ediles varias multas coercitivas, que según el juzgado habrían pagado con dinero público.