El presupuesto de la Diputación de Pontevedra para el año 2017 ascenderá a un total de 152 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,27% con respecto al ejercicio anterior. La presidenta del organismo, Carmela Silva, y el vicepresidente César Mosquera presentaron las grandes cifras de un documento que tiene como principales objetivos mantener la autonomía municipal, el empleo, la igualdad, la cohesión social y las infraestructuras.

Entre las cifras más destacadas se puede señalar los 41,2 millones que destinan al Plan Concellos, un 1% más que en 2016. Además, el reparto de fondos del Plan Concellos beneficiará más a aquellos que menos habitantes tienen y con más dificultades para garantizar ciertos servicios básicos, de tal forma que se repartirá un 40% del Plan a los ayuntamientos de menos de 10.000 habitantes, un 35% a los que tienen entre diez y veinte mil y un 30% a los que tienen entre 20 y 50.000 habitantes. De esta forma, el reparto crece un 10% entre los concellos de menos de diez mil habitantes.

En cualquier caso, el gobierno provincial destaca la fuerte apuesta por los ayuntamientos señalando que dedican el 30% del total de gasto a los concellos. Mosquera ironizó diciendo que deberían "dejar de pagar la luz" para destinar más fondos a los ayuntamientos y aseguró que, quitando los gastos comprometidos, la Diputación destina el 85% del total de gasto que tienen disponible a las entidades locales.