Es la fiesta por antonomasia del otoño y ninguna zona quiere dejar de celebrarla. Noviembre es época de magostos, y más el día 11, de San Martiño, y la comarca de Pontevedra ofrece en una diversidad amplísima de puntos la posibilidad de que la castaña sea, por un día, reina. Ayer, la capital, Vilaboa, Sanxenxo y Caldas, entre otros, no perdieron la oportunidad de sumarse a la celebración aprovechando el día de San Martiño. Los pequeños de la Escuela Infantil del Campus de Pontevedra pudieron comenzar a acostumbrarse al sabor de castañas cocidas y asadas.

Otros jóvenes que también disfrutaron de la fiesta otoñal fueron los de las Escuelas Infantiles Municipales O Tombo y O Revel, ubicadas en Padriñán y Vilalonga. El color marrón de las vestimentas de los escolares se mezcló con complementos confeccionados por ellos mismos y los postres con castaña elaborados por sus padres.

Mientras, en Vilaboa, coincidiendo con el festivo local, los vecinos pudieron disfrutar del magosto popular, donde los asistentes pudieron comer el fruto del castaña al ritmo de música tradicional. Por su parte, Caldas tiró por todo lo alto con una carpa en la Plaza do Camiño para degustar 200 kilos de castaña y 50 litros de vino.

Hoy será el turno del magosto de los vecinos de Eduardo Pondal en la Plaza da Curtidoira y en el antiguo Colegio Lusquiños, de Pontevedra, a partir de las 19 horas. También está todo listo para que la parroquia de Borela (Cerdedo-Cotobade) celebre a las 12 su tradicional Festa de San Martiño. A las 19 horas, las castañas tomarán protagonismo. Es la tónica habitual en estos días de otoño.