Las agrupaciones del PP de Pontevedra y Poio asumirán el papel que Ence quiso asignar a sus respectivos concellos y serán los responsables del partido -Jacobo Moreira y Ángel Moldes- los que actuarán como "mediadores" entre las asociaciones y la empresa para el reparto de los tres millones de euros que Ence prometió como ayudas sociales cada año en su Plan Ambiental pactado con la Xunta. Mientras Marín, gobernada por la popular María Ramallo, ya ha comenzado esos contactos, los alcaldes nacionalistas de Pontevedra y Poio (Miguel Fernández Lores y Luciano Sobral) se oponen a colaborar con la empresa en un reparto que ven como una "compra de voluntades".

"El tiempo se está acabando y este retraso hará más lento el procedimiento de las ayudas", señaló ayer el presidente del PP de Pontevedra, Jacobo Moreira, que dice que "existe gran preocupación de numerosos colectivos por la falta de información" al respecto, una tarea que Ence y la Xunta asignaron a los respectivos gobiernos locales. Moreira, eso sí, no concretó qué colectivos quieren recibir esos fondos, más allá de Afapo y Adahpo (que firmaron un comunicado conjunto contra la pasividad municipal) pero insiste en que da este paso por la "inacción" del Concello.

"Existe ya un problema de plazos, Pontevedra va con retraso, pues mientras el Concello de Marín ya inició la ronda de contactos con los colectivos del municipio para conocer sus demandas, aquí no hemos hecho nada", destacó Moreira, que también admite que esta negativa de Pontevedra y Poio no supondrá que las asociaciones de ambos municipios se queden sin esas ayudas. Moreira, acompañado de la concejala María José Rodríguez Teso, apuntó que "aquellos colectivos que van a optar a estas ayudas sociales no son ni unos vendidos, ni unos estómagos agradecidos" y acusó a al alcalde, Miguel Fernández Lores de mantener "un comportamiento totalmente irresponsable". "Estar en contra de la continuidad de la fábrica no es incompatible con pensar en las necesidades de los colectivos del municipio", añadió el portavoz del PP, que iniciará en los próximos días las reuniones con los interesados.

A raíz de la preocupación mostrada por Afapo y Adahpo, el gobierno local capitalino se reafirmó en que no formará parte de la comisión que decidirá el destino de esos tres millones de euros anuales al entender que Ence puede asignar las subvenciones que considere oportunas ya que "se trata de una empresa privada que puede hacer con su dinero lo que quiera". En cambio, para Moreira, la participación municipal es básica "ya que es quien mejor conoce el tejido asociativo en el municipio" y reprocha al BNG que "anteponga sus intereses ideológicos y de partido y la defensa de estos colectivos, a los que deja tirados".

Incluso apuntó Moreira, a la hora de analizar la "coherencia" del rechazo a la pastera con la negativa a cooperar con ellos, que "si el Concello no quiere el dinero de Ence, que tampoco cojan los impuestos" que paga a las arcas municipales. A su juicio, es "compatible" estar en contra de la continuidad de la fábrica con "la exigencia de que salde su deuda histórica con la ciudad". "Nosotros nos posicionamos a favor de la prórroga pero a cambio de unas contraprestaciones", en concreto estos tres millones de euros cuyo proceso de selección y reparto aún desconoce el PP local. "Supongo que habrá algunas bases", apuntó Moreira.