Casi un año después de la firma, en diciembre de 2015, del contrato con los comuneros de A Canicouva por el que el Concello alquila diez hectáreas de monte en esa parroquia, por al menos 20.000 euros anuales (cuyo primer pago se debe formalizar antes de final de año) el gobierno local firma hoy con la Diputación y la Universidade de Vigo el uso de esos terrenos durante tres años como "banco de pruebas" de los efectos del compost, sobre todo el de menor calidad, sobre los terrenos degradados.

De momento los estudios se realizarán con compost de baja calidad procedente de la planta coruñesa de Lousame y en el futuro se podría utilizar el que se elabore en el futuro recinto previsto en A Canicouva, si bien por el momento no se ha detallado plazo alguno para ello.