Después de cuatro intentos por fin se pudo iniciar el juicio contra un grupo de personas, en su mayoría de la comarca de O Salnés (aunque también hay varios ferrolanos) que supuestamente se dedicaban principalmente al tráfico de cocaína desde Arousa a distintos puntos de la geografía gallega y estatal.

Los diez acusados negaron ayer cualquier tipo de relación con el tráfico de drogas, entre ellos los dos hermanos a los que el fiscal sitúa entre los principales responsables de las ventas de droga detectadas por la Policía, José Miguel y José Luis García Santos, y para quienes pide nueve y siete años y medio de prisión respectivamente por un delito contra la salud pública. José Miguel, de quien el fiscal defiende en su escrito que "desarrollaba una intensa actividad de venta de cocaína y, en menor medida, heroína también"; se tuvo que enfrentar ayer a la lectura de los mensajes y llamadas telefónicas en las que supuestamente se comunicaba con otros de los imputados para, en lenguaje críptico, concertar las entregas del estupefaciente en rotondas próximas a las vía rápida entre Cambados y Vilagarcía. "No tengo nada que ver con esto", manifestó él ayer al tribunal tras señalar que no reconocía los mensajes que estaba leyendo el fiscal antidroga, Luis Uriarte. Tampoco supo precisar que querían decir unas anotaciones que encontró la policía en su vivienda y que los investigadores creen que son precios de las sustancias estupefacientes. El acusado niega que estas anotaciones tengan algo que ver con las drogas y señala que pudieron ser "de presupuestos" u otras cuestiones relacionadas con la empresa de obras que tenía a medias con su hermano y que se dedicaba, sobre todo, a obra pública en el Concello de Pontevedra, como señalaron poco después.

El fiscal desveló, en su interrogatorio, una de las pruebas que esgrimirá contra los dos hermanos, al preguntar a ambos, dado que aseguran no tener nada que ver con el tráfico de drogas, como pudieron llegar sus huellas dactilares a unos paquetes con cocaína decomisados por la Policía Nacional durante esta operación. "No pueden estar ahí (esas huellas), yo no toqué nada", respondió Juan Miguel. Algo muy parecido dijo su hermano.

El fiscal sostiene que "íntimamente" relacionado con los dos hermanos está otro de los acusados, Víctor Manuel García Paz, conocido como "Vitriño". Juzgado por narcotráfico y blanqueo anteriormente y absuelto en ambas ocasiones, ayer negó de nuevo su relación con el tráfico de estupefacientes. Se acogió a su derecho a no declarar. El fiscal pide para él una pena de 4 años y medio de prisión y le acusa de vender unos 200 gramos de cocaína a otro de los implicados.

Las defensas volvieron a cuestionar la legalidad de las escuchas y de otras actuaciones durante la instrucción.