Un total de 8.275 chavales comenzaron ayer el curso en los colegios de infantil, primaria y educación especial de Pontevedra. De ellos 5.667 corresponden al ciclo de primaria, 2.463 a infantil y 145 a educación especial. Las cifras representan un leve descenso respecto al curso pasado, principalmente en el ciclo de infantil, debido a la caída demográfica general.

El curso escolar se inició con normalidad en la mayoría de los colegios de la comarca, a excepción de A Lama, donde hubo que trasladar a los chavales porque no han concluido unas obras en la cubierta del centro. A Lama suma 63 alumnos de primaria y 23 de infantil.

En el resto de la comarca, Marín recibió a 1.367 estudiantes de primaria y 556 de infantil, y Sanxenxo a 970 en primaria, 416 en infantil y 7 en educación especial.

Barro tiene este curso a 173 alumnos de primaria y 108 de infantil, Campo Lameiro redujo su matrícula hasta los 61 niños en primaria y 29 en infantil, mientras que Cotobade cuenta con 163 estudiantes de primaria y 48 de infantil.

En Vilaboa habrá este año 260 niños en el ciclo de primaria y 115 en infantil, en Ponte Caldelas un total de 290 en primaria y 119 en infantil, mientras que Poio alcanza los 853 en educación primaria, 376 en infantil y 2 en educación especial.

El conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, explicó en lo que se refiere a las reivindicaciones de las comunidades educativas respecto del profesorado, que la consellería "ya valoró pertinentemente sus peticiones y ajustó la dotación de los centros al marcado por los catálogos y por la valoración de los equipos de orientación de los centros". En cualquier caso, añadió, el departamento educativo de la Xunta "garantiza la idónea atención al alumnado y a su diversidad con el personal consignado". Además de la actividad lectiva, ayer comenzaron también a funcionar los servicios complementarios de comedor escolar y de transporte, "con los pertinentes cambios en las rutas para ajustarlos a la realidad del alumnado de este curso".