Actuar sobre el entorno de la capilla de Santa Margarita y su centenario roble, para mejorar este espacio de uso público y darle vistosidad, es el objetivo del proyecto de acondicionamiento en el que trabaja el Concello de Pontevedra y sobre el que ayer informó el concejal Luis Bará, responsable también de Patrimonio Histórico, a la Comisión de Movilidad, Infraestructuras, Obras y Servicios. Bará señaló que el proyecto diseñado tiene un presupuesto de unos 200.000 euros, "asumibles" por el ayuntamiento, si bien antes de sacar adelante la posible actuación mantendrán una reunión con la Comunidad de Montes de Mourente, el vecindario del lugar, la Diputación Provincial (el centro de O Areeiro trató y trata la salud del roble) y el Arzobispado de Santiago, propietario de la capilla y que ya mostró en conversaciones previas su buena disposición a autorizar la actuación. Informar, recoger sugerencias y el apoyo de todos ellos será el objetivo de esta reunión.

Además el proyecto tendrá que contar con la luz verde de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia.

La propuesta de actuación incluye la sustitución del asfalto por pavimento diferenciado en la carretera colindante, lo que obligará también al calmado del tráfico y permitirá el uso de este espacio como plaza pública para fiestas o actos vecinales. "Se pondría una bancada corrida en el muro que separa este espacio del atrio de la capilla y de ser posible moverlo para abrir un paso peatonal al lado", explicó el concejal de Patrimonio Histórico. También se quitaría el hormigón que rodea el roble y se haría un círculo protector con pavimento de tierra, de 21 metros de diámetro (equivalente el diámetro de la copa del árbol) y adoquinado en el acceso. Cerca del centenario roble crece un hijo de éste, plantado en el año 2002 con el fin de garantizar el linaje.