-En un congreso explicó que se habían facturado al sistema público de salud fármacos que estadísticamente incrementaban la esperanza de vida en semanas o menos

-Efectivamente, los fármacos que se aprobaron en los últimos diez años en Estados Unidos para el cáncer, que son esencialmente los mismos que aquí, aumentan de media la supervivencia en 2 meses nada más. Claro, frente a esto los economistas de la salud y los responsables de financiar los tratamientos ponen el grito en el cielo porque ven que lo que se denomina coste de oportunidad es muy cuestionable. Al final el saco del dinero siempre es limitado y tenemos que priorizar en qué se gasta, si en una cosa que puedes curar a un paciente o en otra que pueda aumentarle la vida dos meses. Aunque dicho así a nivel individual suena muy crudo desde la perspectiva del financiador es una pregunta bastante legítima.

-Lleva usted 22 años como jefe de servicio ¿qué balance hace?

-Que se ha mejorado el tratamiento del cáncer, sobre todo el tratamiento de soporte, es decir el del dolor, vómitos asociados al tratamiento etc, y se ha mejorado mucho en el diagnóstico. La asociación de la informática a la tecnología radiológica y de diagnóstico por imagen nos permite hacer diagnósticos muy precoces, la aparición de escáneres de alta regeneración, resonancias magnéticas, del PET etc nos permite diagnosticar pacientes en estadios muy iniciales. También las técnicas de cirugía han mejorado notablemente, se operan tumores en el hígado que antes no se operaban etc. Y en cuanto al tratamiento médico del cáncer ha habido determinados progresos pero sobre todo son más importantes en el área de la hemooncología, tumores derivados de la sangre como linfomas etc, donde hay unos avances extraordinarios; en la oncología sólida los progresos son más limitados o para grupos muy limitados de pacientes, por ejemplo para cáncer de pulmón hay algún grupúsculo de paciente, en torno al 3 o 5%, que se benefician de alguno de estos nuevos tratamientos de forma significativa, pero numéricamente son muy pocos. Es decir, que progresos efectivamente hay pero no para todo el mundo.

"Muchos de los casos de cáncer hoy se curan", recuerda Manuel Constenla, "casi el 90% de los tumores de testículos, de riñón, linfomas, y además desde hace bastante tiempo y con tratamientos muy baratos. Lo que sucede es que hay muchos tipos, por ejemplo ya no se habla de un tipo de cáncer de mama sino de varios que se comportan de una manera muy distinta, así que en la curación influye el tipo de cáncer, el paciente y el contexto. Pero desde luego no habrá una pastilla mágica que cure el cáncer, no es realista".

-¿Aumentan los casos de cáncer?

-Si nos ciñéramos exclusivamente al número de pacientes que tenemos en el servicio podríamos pensar que si, porque desde el año 2000 hasta hoy el número de pacientes nuevos en Oncología ha aumentado casi un 70% y atendemos a la misma área de población que entonces. Pero dado que hasta el momento no se ha implementado en Galicia un registro poblacional de tumores en realidad no podemos dar una respuesta objetiva y con fundamento científico a esa pregunta, habría que tener ese registro poblacional, que es una demanda que viene ya desde los años 90 y que todavía hoy por hoy sigue sin existir, aunque se ha hecho un pequeño estudio piloto en Ourense y en una época se implantó, así que objetivamente una cifra no se puede dar. Si nos atenemos al número de pacientes que vemos, bueno, vemos prácticamente el doble que en el año 2000.

-¿Cuántos nuevos pacientes son diagnosticados cada año en el área sanitaria de Pontevedra?

-En nuestro servicio estamos en el rango de cerca de los 1.100 pacientes nuevos cada año.

-¿Cuáles son los más frecuentes?

-Los tres grandes son sin duda cáncer de mama, cáncer colorrectal y cáncer de pulmón.

-¿Podemos hablar de un porcentaje de curaciones?

-Los porcentajes de curación dependen siempre de la situación en la que te lo encuentras inicialmente, cuando es un tumor en un estadio muy localizado los porcentajes de curación pueden ser muy importantes, en cáncer colorrectal puede llegar al 90%, pero si te lo encuentras en una situación diseminada puede pasar al 0%. Por lo tanto, hablar globalmente es difícil, pero se estima que globalmente, metiéndolos todos en un saco, podrían ser en torno al 50%, pero es un dato muy bruto porque todo depende de la situación de cada paciente, por eso lo que interesa cada vez más es llegar a diagnósticos precoces que te permiten ofrecer mejores soluciones.

-¿Cómo están funcionando los programas de cribado?

-El programa de cribado de mama en Galicia ha cambiado el escenario, hoy se ven tumores mucho más pequeñitos y precoces que antes. Aunque los programas de cribado hay un debate internacional sobre si son coste efectivos depende del contexto en cada país, por ejemplo han sido criticados en Canadá y en Suiza pero creo que en nuestro contexto ha cambiado sin duda el escenario: antes se veían tumores muy grandes de mama y ahora prácticamente el problema es el contrario, se ven tumores muy pequeñitos y las controversias sobre el tratamiento han pasado al otro lado, los tumores muy pequeños, es decir que ha funcionado bien. El de colon está empezando ahora y ya veremos, pero en principio es una prueba muy sencilla y que puede diagnosticar casos iniciales donde la tasa de curación puede llegar a ser enorme.

-Tanto en el cáncer de colon como en el de mama hay significativas diferencias entre países, por ejemplo entre Japón y Estados Unidos y Europa, lo que induce a pensar que pueden prevenirse ¿es una percepción equivocada?

-Es un tema que se ha hablado, porque aparte del componente genético que sin duda puede haber hay el componente ambiental que es muy importante, porque de hecho cuando esas poblaciones emigran a Estados Unidos por ejemplo ya se incorporan a las tasas del cáncer del país receptor, por lo tanto no es solo por las formas genéticas peculiares de esas poblaciones, hay factores ambientales sin duda. Lo que sucede es que definir factores ambientales concretos es también un tema muy de debate, se atribuye al tema de la alimentación, las dietas pobres en fibras en los países occidentales, el tema de las carnes rojas, que parece ser que podrían tener algún virus que si no están suficientemente hechas aumentarían la incidencia de cáncer de colon.

-¿Están probadas esas vinculaciones?

-Hace dos años se presentó en Estados Unidos una revisión mundial muy interesante sobre este tema de las carnes rojas y parece ser que si. Creo que hay factores ambientales, por eso la gente cada vez es más consciente de la importancia de seguir una alimentación más sana, más natural, con menos ingredientes añadidos etc.

-¿Se notan ya los efectos de la ley antitabaco?

-Sin duda el mayor avance han sido las consecuencias de esa ley, que se ha dejado de fumar en gran medida y si que ya se notan los efectos, de hecho en países que han empezado antes ya ha cambiado el escenario, el cáncer de pulmón está disminuyendo en hombres de forma muy significativa, y en nuestro medio también se empiezan a percibir los efectos. Lo que sucede es que se está viendo ahora el pico de las mujeres que empezaron a fumar a finales del siglo pasado y que ahora tienen cáncer de pulmón, de laringe etc, que eran desconocidos antes prácticamente entre las mujeres, todavía como consecuencia de ese tiempo. Pero sin duda si tuviese que escoger un solo progreso así factible, sería sin duda el más importante.

-¿Qué nuevos tratamientos se aplican en Oncología?

-Los nuevos tratamientos se relacionan con los hallazgos derivados de la secuenciación del genoma humano, desde que se consiguió se estudian qué genes dirigen el cáncer y si se pueden inhibir o no, pero esto ha dado un resultado en la práctica relativo nada más, porque son resultados temporales y luego las células siempre buscan otra fórmula etc. Ahora mismo de lo que más se habla es de una vuelta de la inmunoterapia, que es un tema muy antiguo pero que desde el año 2007 se ha descubierto que los pacientes de cáncer tenían una especie de bloqueo que impedía que la propia inmunidad de cada persona destruyera es cáncer. Y se han descubierto algunos fármacos que actúan contra ese bloqueo interno que hay y con eso se están consiguiendo resultados a largo plazo importantes, da mucho que hablar aunque cuantitativamente benefician en torno al 15% de los pacientes, se que es muy importante para el que le toca pero numéricamente es muy pequeño, y luego tiene un problema añadido, que el coste es extraordinariamente alto, hablamos de en torno a 4.500 euros al mes cada tratamiento.